En un mercado donde la IA se integra de forma natural en cada etapa del negocio y los clientes pueden cambiar de proveedor con un clic, la pregunta dejó de ser ¿cómo abaratar? para pasar a ¿cómo crecer más rápido y mejor de manera ágil?.
En esa transición emergen los Centros de Capacidades Globales (GCC): son equipos propios, distribuidos en varios países, que combinan talento, datos y tecnología para construir ventajas competitivas concretas.
Hoy las organizaciones buscan crecer más rápido y con menos riesgo, los Centros de Capacidades Globales se están consolidando como motores de innovación y transformación. Un reciente informe de Accenture y ANSR “The GCC Doubletake 5 Surprising Global Capability Center Trends” revela tendencias sorprendentes que explican por qué este modelo está ganando terreno a nivel mundial.
Modelos híbridos para maximizar valor
Lejos de reemplazar a los proveedores externos, las empresas líderes combinan lo mejor de ambos mundos. Los GCC se convierten en centros estratégicos de innovación mientras que los proveedores de servicios aportan eficiencia operativa. Según el informe, los GCC maduros combinan 30% de equipos internos con un 70% de equipos aumentados provenientes de socios proveedores de servicios. El modelo colaborativo permite que la innovación y las operaciones se desarrollen de manera continua, más allá del origen del trabajo.
De “centros de entrega” a “núcleos” de innovación
Lejos del estereotipo de oficinas de soporte, los GCC actuales concentran capacidades de alto valor en terrenos claves tales como I+D, IA, innovación y desarrollo de producto. El 68% de las contrataciones más recientes de los estos centros se han concentrado en sectores de producto, datos, análisis y ciberseguridad. La tendencia es clara: pasar de ser un brazo operativo para convertirse en una extensión del centro neurálgico de la empresa.
Talento experimentado como clave cultural
Las organizaciones exitosas priorizan la contratación de profesionales con experiencia para asegurar culturas innovadoras, inclusivas y orientadas a resultados. El 64% de los nuevos ingresos en GCC maduros cuenta con entre 4 y 8 años de trayectoria, lo que acelera la curva de productividad.
Implementaciones en tiempo récord
Si antes instalar un GCC podía llevar un año, hoy la meta se alcanza en menos de cuatro meses. En 2023, más de 50 centros se pusieron en marcha en menos de 120 días gracias a plataformas inteligentes, IA generativa y alianzas locales estratégicas.
Recuperación de la inversión a corto plazo
Con un núcleo digital sólido y talento especializado, los GCC pueden generar valor tangible en un plazo inferior al año y medio. Su capacidad para centralizar la innovación y atraer talento especializado permite acelerar el desarrollo de productos y servicios. Al contar con un sólido núcleo digital y operaciones estables, la inversión se convierte en resultados rápidamente.
La evolución de los Centros de Capacidad Globales deja en claro que no son una tendencia pasajera, sino una herramienta estratégica para innovar y crecer.
Por Gaetano Salierno, director de estrategia de Accenture Argentina








