La ruta será operada por la empresa estatal Líneas Aéreas del Estado (LADE) y la capacidad será de unos 20 turistas por semana, quienes deberán acogerse a un protocolo de seguridad.
El secretario de Logística, Emergencias y Gestión Cultural del Ministerio de Defensa, Walter Ceballos, explicó que «el aeródromo de la Base Marambio, en la Antártida, deberá ser equipado con radares y sistemas electrónicos para recibir aviones civiles», según ‘Mdz Online’.
Actualmente, la Base de Marambio solamente permite el tráfico de aviones militares con personas relacionadas a las Fuerzas Armadas, científicos y profesionales ligados a la investigación.
Ceballos adelantó que será «un modelo de turismo antártico, no de spa. La estadía será en las mismas condiciones que aquellas personas que viven en la Antártida: los científicos, la gente que analiza el clima y la logística. Nadie podrá pretender un hotel cinco estrellas sino un turismo bajo normas ambientales y organizacionales de seguridad».
El presidente del Instituto Fueguino De Turismo (INFUETUR), Luis Castelli, estableció que «somos los principales operadores de turismo antártico marítimo, y si avanzamos en esta dirección, podemos consolidar a Ushuaia (Argentina) y a la Argentina, también como operadores de esta modalidad de turismo antártico, tomando todos los recaudos ambientales y de preservación y cuidado que exige el Tratado Antártico», según ‘Hosteltur’.
La capacidad de alojamiento será reducida. Alrededor de diez personas en la Base Marambio, cinco en la Carlini, cuatro en la San Martín y sólo dos en la Base Esperanza. La segunda etapa del proyecto contiene la creación del Polo Logístico Antártico de Ushuaia que convocará a empresas que quieran prestar servicios.
«La Base Marambio va a recibir muchas mejoras en sus áreas de investigación científica y operación logística, y en un segundo paso se va a analizar la posibilidad de planificar estructuras que permitan alojar un cupo de turismo antártico», dijo Ceballos.
El primer vuelo turístico que se realizó a la Antártida fue el 11 de enero de 2008, con un Jet Airbus A319 que transportó pasajeros desde Hobart, en Australia, y aterrizó sin inconvenientes en la pista de hielo azul glacial Wilkins, ubicada a 65 kilómetros de la Estación Australiana Antártica de Investigación.