74% de empresas argentinas incrementará su presupuesto de IA

La adopción de IA en cualquier empresa no debe ser algo reservado a las áreas de IT sino una política transversal a toda la organización, la misma debe ser planificada para su adopción a largo plazo.

Desde que la IA se volvió un recurso accesible a todas las personas, esta tecnología ha ocupado un lugar destacado en todas las conversaciones de nuestra vida cotidiana. Superado el temor inicial sobre su capacidad de reemplazar el trabajo humano, hoy se la ve como una forma de optimizar la parte más mecanizada de los mismos, permitiendo a los trabajadores abarcar nuevas tareas y aumentar su productividad.

Numerosos estudios realizados a partir de consultas a los líderes empresariales demuestran que la amplia mayoría reconoce la importancia de su adopción y que gran parte de ellos ya están trabajando en la implementación en sus empresas.

Un estudio de Microsoft de abril de 2024 reveló que el 74% de empresas argentinas de más de 1.000 colaboradores incrementará su presupuesto de IA en los próximos 2 años. Aquellas que ya la implementan, acusaron que el retorno de la inversión realizada fue de 2,6 veces su costo y se alcanzó entre los 6 y los 14 meses.

Otro estudio de la misma empresa focalizado en MiPyMes asegura que el 84% de éstas considera positivo el impacto de la IA en la productividad, que el 70% la está intentando implementar y que el 29% ya lo ha hecho; porcentaje que aumenta a 54% en las empresas nativas digitales.

Sin embargo, cuando se le pregunta a los colaboradores, sus respuestas no suelen ir en la misma dirección: según resultados del Randstad Employer Brand Research 2024, sólo el 13% de los 4.033 trabajadores argentinos participantes utiliza la Inteligencia Artificial en forma regular para realizar sus tareas; porcentaje sustancialmente menor al 29% de trabajadores a nivel global.

¿A qué obedece esta diferencia? Si bien puede que muchos líderes digan más de lo que realmente hacen, tampoco debería haber una brecha tan grande ya que la inversión que realizan en IA es real. El problema es que, para su adopción, no basta con solo comprar las soluciones y realizar capacitaciones. Debe haber una política pensada a largo plazo, que establezca objetivos, indicadores medibles y un soporte permanente.

Para planificar la implementación de la IA en las empresas, la gestión del cambio debe ser parte del ADN de la organización. Este proceso, que contribuye a mitigar la resistencia que surge cuando las personas se enfrentan a cambios, a veces relacionados con la tecnología, debe ser una política organizacional a través de la cual la formación y capacitación son herramientas para que las personas puedan adaptarse con éxito a las transformaciones que atraviesan a las organizaciones.

En síntesis, la adopción de IA en cualquier empresa no debe ser algo reservado a las áreas de IT sino una política transversal a toda la organización. La misma debe ser planificada para su adopción a largo plazo, contemplando la capacitación permanente y la evaluación constante. Y se verá muy beneficiada si las cuestiones coyunturales acompañan el cambio.

Por Alejandra Oniszczuk, Socia y Directora de AW Global

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