Un número mayor a 100 correos no leídos en la bandeja de entrada ya no es síntoma de baja productividad. ¿El e-mail ya no es la herramienta eficaz que el mundo del trabajo supo conocer? A décadas de su nacimiento, es innegable que compite con otras herramientas de mensajería instantánea como WhatsApp, o incluso “versiones corporativas” de las redes sociales más populares como “Yammer” o Workplace, de Facebook.
“Ya hace varios años que en Snoop usamos como canal principal de comunicación a la red social interna. Esto permite otro tipo de inmediatez y abre nuevas posibilidades a la comunicación, incluyendo streaming de video, calls, chats y además permite generar una base de conocimiento colectiva con información que antes quedaba atrapada en las casillas de correo de las 2 o 3 personas que discutían sobre un tema”, señala Federico Aon, Director de Consultoría en Snoop Consulting.
Según el ejecutivo, uno de los mayores problemas del e-mail consiste en la “falsa sensación” de estar notificados, generado por uno de los grandes males actuales, cuando el remitente decide copiar a todos por las dudas. Esto genera más de un dolor de cabeza y termina generando desinformación y ruido, armando cadenas excesivamente largas que muchas veces no son relevantes para todos los involucrados.
En otros casos, muchos ejecutivos destacan el lugar que paulatinamente fue llenando la aplicación WhatsApp, que ganó terreno. Esto, se advierte, exige lagunas “reglas de etiqueta” que es vital seguir para mantener la armonía en el entorno de trabajo, no utilizarlo fuera del horario laboral ni los fines de semana y acordar su uso en una de sus características más polémicas como son los audios. Algunas industrias aún requieren la herramienta del correo para dejar formalizados ciertos documentos, mientras que los audios de WhatsApp pueden ser requeridos por su inmediatez, pero siempre hay que tener en cuenta al receptor al utilizarlos, especialmente cuando estos excedan los 30 segundos.
El uso y abuso del e-mail también genera situaciones donde, al utilizarlo prácticamente para todo tipo de comunicaciones, muchas veces el proceso de trabajo queda en un eterno ida y vuelta de correos sin arribar a la solución. En algunas empresas el email se fue reemplazando por herramientas que se han revelado más eficientes, como el streaming de reuniones.
“Con la modalidad de transmisiones en vivo de capacitaciones y reuniones, encuestas y las comunicaciones de recursos humanos y ciertas transacciones de negocio. Nunca vimos algo así antes, en las primeras dos semanas conseguimos una adopción del 80%», señala Germán Torres, Director de Business Consulting de Snoop Consulting.
Iniciativas de este tipo apuntan a un cambio de paradigma que puede impulsar y enriquecer otras formas de interacción, más ligadas a las formas en las que se socializa, se da feedback y se comparte en un contexto donde priman las redes sociales.