Las empresas tienen la posibilidad de integrar tecnologías de vanguardia, en todas las áreas del negocio, para ofrecer mejores experiencias a sus clientes, reducir costos, agilizar procesos y operar de manera más segura.
“La Transformación Digital es ineludible y todas las organizaciones a nivel mundial están destinando una parte importante de su presupuesto para impulsarla, por lo que se espera que las inversiones globales alcancen los US$ 4 billones al 2027, destinadas mayormente a la adopción de tecnologías de Automatización, Inteligencia Artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT), Big Data, así como al almacenamiento y gestión de datos en la Nube”, señala Marco Alfaro, Director Ejecutivo de ACT.
Chile no es la excepción a esta tendencia mundial, ya que el 93% de las grandes empresas sostiene estar en un estado adelantado o de progreso, respecto de la incorporación de tecnologías digitales. En cuanto a las Pymes en el país, se proyecta que el 98% invertirá en su digitalización este 2024, un crecimiento del 13% en comparación con lo esperado en 2023, tendencia que alcanza una mayor madurez en las empresas de mayor tamaño.
La Transformación Digital se ha posicionado como un tema relevante para las empresas chilenas, que la perciben como un medio para mejorar la eficiencia operativa y aumentar su productividad: más del 90% de las Pymes considera que este proceso es relevante o muy relevante para su negocio, y el 50% está explorando iniciativas en ese sentido.
Mientras que el 60% de las empresas que ya están recorriendo ese camino percibieron un aumento de ventas y una mejor productividad gracias a la digitalización.
En ese sentido, la falta de recursos (26%) y la inexistencia de una cultura organizacional (18%) son las principales limitaciones percibidas por Medianas y Grandes Empresas chilenas, para avanzar en su Transformación Digital.
“Abordar la Transformación Digital con visión estratégica implica fomentar una cultura de agilidad, innovación y adaptabilidad dentro de la organización, para responder rápidamente a los cambios tecnológicos y del mercado. Y especialmente requiere del compromiso de toda la Organización para llegar a buen puerto”, precisa el Director Ejecutivo de ACT.
“La adopción tecnológica debe abordarse desde un enfoque integral que promueva la interoperabilidad, y no como una acumulación indiscriminada de tecnologías independientes. Actualmente transitamos una etapa de convergencia tecnológica, donde en lugar de simplemente agregar nuevas soluciones, las empresas deben centrar sus esfuerzos en unificar las existentes”, explica Marco Alfaro.
Para la implementación de Tecnologías de la Información (TI) corporativas convergentes, en el marco de la Transformación Digital, las organizaciones necesitan analizar las necesidades actuales y futuras de TI; elegir proveedores y soluciones que se alineen con los objetivos estratégicos de la empresa, diseñar un plan de implementación que incluya fases de despliegue, migración de datos y capacitación del personal, y monitorear el rendimiento para hacer los ajustes necesarios tendientes a optimizar los beneficios.
Fuente: ACT
