La industria financiera es impulsada por los datos hiperpersonalizados

El 72% de los usuarios afirman que prefieren las ofertas financieras que se alinean con sus intereses. La personalización ha dejado de ser un lujo para convertirse en una necesidad en la relación con el cliente.

La industria financiera está atravesando una transformación sin precedentes, impulsada por el acceso a datos hiperpersonalizados, que permiten crear experiencias adaptadas a cada usuario. Los insights generados a partir de estos datos ya no son solo herramientas; son, en muchos sentidos, el lenguaje fundamental para conectar con el cliente.

En Latinoamérica, este cambio es aún más palpable, donde países como México y Colombia están abrazando el open banking y adoptando prácticas de análisis de datos avanzadas para ganar la lealtad de una población joven y digitalmente activa.

La información que generamos hoy en día con cada transacción es increíblemente valiosa y, a medida que avanzamos hacia un entorno de open banking, la oportunidad de explotar esta información para mejorar la experiencia del usuario es enorme. No se trata solo de ofrecer productos financieros; se trata de entender las necesidades de nuestros clientes en tiempo real, alineando cada oferta con sus circunstancias y momentos vitales.

La tecnología para manejar esta vastedad de datos ha evolucionado enormemente. Atrás quedaron los días en que los bancos solo miraban el pasado para entender patrones de consumo. Hoy, gracias a herramientas de machine learning y análisis predictivo, podemos anticipar las necesidades del usuario antes de que surjan, ofreciendo recomendaciones hiperpersonalizadas.

La banca en Colombia, por ejemplo, está abrazando cada vez más la tecnología como un aliado fundamental. En Coinscrap Finance, entendemos que el verdadero poder de los datos no radica solo en su acumulación, sino en su aplicación estratégica. Es posible analizar patrones de gasto y hábitos de consumo para prever cuándo un cliente podría necesitar un préstamo o una nueva cuenta de ahorro. Esto optimiza los tiempos de respuesta de las entidades y mejora la experiencia de usuario.

El desafío para las instituciones en México y Colombia es, por tanto, diseñar una estrategia que sea tanto tecnológica como humana. En un contexto de constante evolución, los datos transaccionales se han convertido en el “oro digital” para las instituciones financieras. Sin embargo, la clave está en cómo estos datos son traducidos a acciones que beneficien a los usuarios.

A medida que el open banking se afianza en Latinoamérica, la agilidad y la capacidad de adaptación serán cruciales. Las empresas que no logren transformar sus modelos hacia un enfoque centrado en el cliente y en la innovación probablemente quedarán rezagadas en esta carrera.

Para los próximos años, prevemos que los usuarios financieros de Latinoamérica valorarán cada vez más las interacciones digitales y personalizadas. Según estudios recientes, el 72% de los usuarios afirman que prefieren las ofertas financieras que se alinean con sus intereses y hábitos de gasto. La personalización ha dejado de ser un lujo para convertirse en una necesidad en la relación con el cliente.

En conclusión, el futuro del sector bancario en Latinoamérica se perfila como una época de grandes oportunidades y retos. La transformación digital no es solo una cuestión de tecnología, sino también de mentalidad y de enfoque estratégico. Los bancos que logren integrar insights financieros en sus operaciones diarias podrán ofrecer productos y servicios que realmente agreguen valor a sus clientes.

Por David Conde, CEO y cofundador de Coinscrap Finance

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias relacionadas
Total
0
Share