En la fábrica inteligente avanzada de hoy en día, las máquinas, los robots y los dispositivos se comunican y aprenden constantemente para operar, tomar decisiones de forma independiente y, en última instancia, interrumpir la fabricación tradicional.
Entonces, ¿cómo funciona esta revolución en la vida real? Impulsados por una pequeña pieza de tecnología llamada eSIM, los dispositivos IoT pueden comunicarse a través de redes celulares seguras y confiables.
La industria 4.0 requiere conectividad a prueba de fallas para automatizar los procesos de seguimiento, monitoreo y mantenimiento en fábricas ágiles e inteligentes. Una falla de conectividad aquí puede tener consecuencias mucho más significativas que simplemente hacer que llegue tarde a una llamada de zoom.
Dados estos requisitos de confiabilidad, la conectividad celular demuestra ser una opción mucho más efectiva que el Wi-Fi para la industria conectada, más fácil de configurar y mantener que una red cableada.
Para conectarse a la red celular local o a la red privada 5G de la fábrica inteligente, los dispositivos deben estar equipados con una tecnología eSIM IoT robusta. Esto va a permitir enviar y recibir datos e instrucciones de forma segura y sin interrupciones. Así mismo, la dureza física de la tecnología es esencial.
Una de las ventajas de confiar en la tecnología eSIM IoT es la seguridad mejorada que brinda para garantizar que solo los dispositivos autorizados puedan autenticarse en la red y enviar o recibir datos. Con una tecnología eSIM IoT que implementa el estándar GSMA IoT SAFE, los administradores de fábricas inteligentes pueden garantizar que los datos intercambiados entre dispositivos sean precisos.
A medida que las redes 5G se implementen en todo el planeta, esta cobertura mejorada habilitará redes altamente receptivas y reforzará la expansión de las instalaciones de la Industria 4.0. Las fábricas inteligentes con tecnología eSIM IoT confiable serán más eficientes, seguras y conectadas.
Fuente: IDEMIA