La forma en la que las personas gestionan su dinero está cambiando. Hoy, gracias a la IA y el Open Finance, lo que antes requería tiempo, atención y múltiples plataformas puede resolverse en segundos, desde una sola app, con la ayuda de un asistente inteligente.
Esta transformación redefine la experiencia financiera en América Latina y plantea un nuevo estándar: servicios más ágiles, seguros y centrados en el usuario. Pero para llegar a ese punto, las fintechs necesitan desarrollar capacidades técnicas y estratégicas que les permitan adaptarse a este nuevo escenario.
Mientras que, hasta hace poco, los usuarios debían ingresar a distintas apps para revisar saldos, pagos y gastos, hoy, con un asistente de IA conectado vía Open Finance, autorizan una sola vez el acceso a sus cuentas y reciben en segundos un panorama consolidado de su situación financiera. El asistente analiza consumos, sugiere límites de gasto, alerta sobre vencimientos e, incluso, ejecuta órdenes como transferir dinero o ajustar presupuestos, todo mediante lenguaje natural.
El potencial de crecimiento es enorme: según Grand View Research, se espera que el mercado de agentes de IA en América Latina alcance unos ingresos de 3.818,5 millones de dólares para 2030. Se proyecta, además, una tasa de crecimiento anual del 47 %, entre 2025 y 2030.
La confianza es el primer habilitador de este modelo. Open Finance se basa en estándares que garantizan que el usuario nunca comparta sus credenciales. En su lugar, se emiten tokens temporales después de autenticaciones robustas (contraseña, segundo factor, biometría). Estos tokens definen exactamente qué puede hacer el asistente y por cuánto tiempo.
La clave para que la IA no se quede en una capa superficial es la conexión confiable con las plataformas de Open Finance y con el ledger. Esa conexión se logra a través de MCP (Model Context Protocol), un estándar emergente que permite a los agentes de IA interactuar con servicios externos de manera segura, estructurada y auditada.
La implementación de asistentes inteligentes también exige una cultura de aprendizaje continuo. No basta con incorporar la última tecnología: se necesitan equipos que comprendan marcos regulatorios, trabajen con principios de privacidad y cuestionen los sesgos de los modelos.
“Hackathons, certificaciones y alianzas académicas son parte del músculo necesario para operar en un sector donde cada decisión impacta en la vida de millones de personas”, expresan los expertos de redbee.
Fuente: redbee








