El objetivo es revolucionar, amparado en la retaguardia de Internet, el sistema financiero y su millonaria industria. Lo llaman fintech. El disruptivo sector que suma a la tecnología las estrategias bancarias de la era digital.
Esa nueva ola tecnológica narra una historia de robots que invierten nuestros ahorros, de tecnologías que verifican las transacciones (blockchain), de inteligencia artificial y de billeteras digitales. Un relato que bien podrían haber imaginado maestros de la ciencia-ficción como Isaac Asimov o Philip K. Dick. Sin embargo, el dinero no sueña con ovejas eléctricas sino con beneficios.
Desde 2010, más de 50.000 millones de dólares (47.000 millones de euros) han terminado en 2.500 compañías que operan en estas vaguadas. Solo los robots inversores manejarán –vaticina la gestora de fondos InvestSmart– unos 250.000 millones de dólares (235.000 millones de euros) durante 2019.
Cada vez surgen más servicios que prescinden del ser humano. El espacio físico pierde sentido cuando casi todos los productos bancarios son susceptibles de digitalizarse. Cambia la aritmética de las finanzas porque la tecnología cambia el mundo. El 44% de los millennials estadounidenses paga utilizando el móvil y un 13% emplea monedas digitales. Solo en ese país, los pagos móviles (según Fidelity) alcanzarán los 142.000 millones de dólares (133.000 millones de euros) en 2019. Pero más cerca, en España, Ibercaja levanta su estructura para sostener este nuevo horizonte. El banco ha cerrado una alianza estratégica con Microsoft, colabora con varias fintech y ahora mismo tiene dos nuevos servicios digitales en la fase de test conocida como friends and family.
El sistema bancario y los negocios están cambiando y mucho tiene que la revolución tecnológica. Fintech y Big Data se instalaron con fuerza y marcan tendencia ehn el sector.
María Farías
Inversor Latam