Durante los últimos treinta años se ha registrado un aumento de la participación femenina en el mercado laboral, pero aún estamos lejos de alcanzar una participación similar a la de los hombres. Investigaciones recientes muestran que la tasa de participación laboral de las mujeres, alcanza cerca de un 51%, respecto de un 70% de los hombres, lo que representa una brecha de un 19%.
¿Cómo es esto? Actualmente, el Banco Central proyecta un crecimiento económico para Chile de 1,8% para el año 2025, que se estima por los analistas como bajo o lejos de lo esperable para retomar la senda de crecimiento.
Esta baja proyección es un llamado para explorar todas las vías posibles para impulsar nuestra economía, y una solución significativa está a nuestro alcance: el estudio de Clapes UC estima que cada punto porcentual que aumenta la participación laboral femenina en Chile puede traducirse en un incremento del PIB del 0,5%.
Esto significa que, si se lograra incorporar al 10% de mujeres que actualmente no participan en el mercado laboral, el PIB podría aumentar hasta un 5%, es decir estaríamos superando la barrera del 5%.
Sin embargo, una de las principales barreras para aumentar la participación de las mujeres en el mundo laboral, es poder compatibilizar su desarrollo profesional con el cuidado de los hijos. Esta es la razón principal por la que más de un millón de mujeres no trabaja.
Algunas razones para lo anterior las encontramos en la legislación laboral vigente, sumamente rígida, y en la falta de normativa que propenda a impulsar la participación femenina en el mercado laboral, como la Ley de Sala Cuna Universal.
Esta iniciativa tiene el potencial de liberar el tiempo y las capacidades de miles de mujeres que, con acceso a un sistema de cuidado adecuado, podrían reincorporarse al mercado laboral, aportando a su desarrollo profesional y contribuyendo con ello al crecimiento económico.
Esta inclusión no solo diversifica las perspectivas y habilidades disponibles, sino que también impulsa la productividad y la innovación. Estudios han demostrado que las economías con mayor inclusión de mujeres tienden a crecer más rápido y de manera más sostenible.
Por Catalina Pardo, Gerente de Apparcel Uriarte Abogados