La firma AT&T completó la cobertura 4G LTE de México para configurar una red continental de 400 millones de personas en América del Norte, pero en el proceso aún debe crecer su cartera de clientes de valor para palear pérdidas por tipo de cambio y la aguerrida competencia en el mercado móvil.
Así, se cumple el primer objetivo de mediano plazo que se auto impuso tras su incursión en el mercado móvil mexicano con la absorción de Iusacell-Unefon de Grupo Salinas y Nextel de NII Holdings, entre fines de 2014 y el inicio del 2015, por un monto total de USD 4,375 millones.
La red, con cobertura potencial para 100 millones de mexicanos está lista, incluso siete meses antes de lo prometido por el operador en junio del 2015, cuando entonces confirmó desde Los Pinos una inversión de USD 3,000 millones a tres años en México.
Thaddeus Arroyo, entonces primer jefe de la marca en el país, prometió la operación de una red LTE para último mes del 2018 o para enero de 2019, como plazo máximo que le tomaría el reconfigurar tecnologías, unificar espectro e invertir en nuevos despliegues de red para la entidad resultante de la combinación Iusacell-Nextel en AT&T, ya que Unefon se quedaría como marca de prepago, aunque con la tecnología de AT&T.
En tres años de construcción de su red LTE y a casi de cumplir cuatro en México tras el anuncio de la adquisición de Iusacell, en noviembre de 2014, AT&T fue factor de competencia para beneficio directo del consumidor por haber lanzado productos a los que Telcel y Movistar debieron responder de inmediato y su misma red es aprovechada hoy como insumo por Grupo Televisa para construir servicios de Internet inalámbrico.
Cerca de cuatro meses después de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) avalara la compra de Nextel, la compañía anunció la eliminación del roaming en la frontera México-Estados Unidos y pocas semanas después envió al IFT su propuesta para sacar al mercado los 130 MHz de espectro recuperados en la banda de 2.5 GHz y previo a cerrar el 2015 y con la subasta de espectro AWS encima, intercambió con Telefónica frecuencias de 1.9 GHz por otras de 1.7/2.1 GHz, un hecho que hizo sentido a ambas marcas en el despliegue de sus propias redes.
Los tres años considerados para la inversión de AT&T fueron de recia competencia para el mercado en general, pero en particular para AT&T este periodo aún debe dar resultados en su operación general, que, en la parte financiera, adolece por impactos del tipo de cambio, mientras que la base de usuarios se ve una disminución constante de los usuarios de alto valor, coincidieron especialistas.
Jorge Bravo, analista en Mediatelecom Policy & Law explicó que “AT&T ya invirtió en esa red y ahora debe hacerla rentable, lo cual requiere tiempo. Tiene el mejor ARPU del mercado, pero no será fácil incrementar su base de pospago porque Telcel ha sabido conservar sus usuarios. Las acciones pasan por usar el video para crecer los ingresos inalámbricos con la adquisición de Time Warner, una estrategia que sólo será atractiva para un usuario dispuesto a contratar un plan más caro. También debe idear planes para usuarios de bajo consumo, porque la realidad de México es que los usuarios no quieren gastar más por su servicio. Unefon podría servirle para este último objetivo”.
A tres años del arranque de la reconversión Iusacell-Nextel, AT&T creció en 102.7% su base total de clientes, de 8.09 millones en el tercer trimestre de 2015, a 16.4 millones en el segundo del 2018, el dato más actual. Y su base de clientes de alto valor, los de pospago, se incrementó en número, hasta alcanzar en junio 5.7 millones de usuarios.
El porcentaje de clientes de consumo por plan, sin embargo, se fue reduciendo con el tiempo respecto a la base total de cada trimestre. En el cuarto trimestre de 2015 AT&T informó por primera vez que este rubro representaba 49.3% de sus abonados y en junio de 2018 la cuota suponía el 35.89% de su cartera, lo que se traduce en una caída del 27.20% para el segmento.
AT&T reportó una adición neta de 142,000 clientes de pospago y 611,000 de prepago en el periodo abril-junio. De esta manera su base de clientes totales es integrada por 10.5 millones de usuarios de bajo consumo y es el reto que la marca enfrenta para reducir las pérdidas operativas, alcanzar el punto de equilibrio y seguir compitiendo a Movistar y Telcel, dijeron los analistas.
Fuente: El Economista