La modernización tecnológica se ha convertido en una prioridad estratégica para las organizaciones de América Latina. Sin embargo, los modelos tradicionales de migración completa ya no responden a las necesidades actuales de continuidad operativa, flexibilidad presupuestaria ni velocidad de ejecución.
En un escenario de alta competitividad y con entornos regulatorios, económicos y digitales muy distintos entre países, las empresas requieren enfoques que les permitan avanzar sin interrumpir su operación. En este contexto, la transformación selectiva se consolida como la estrategia más efectiva para acelerar la modernización digital hacia 2026.
A diferencia de los proyectos “todo o nada”, la transformación selectiva prioriza la modernización de módulos, procesos o funcionalidades específicas del ERP y del ecosistema tecnológico, integrando nuevas capacidades sin reemplazar completamente el sistema core. El resultado es un camino más rápido, menos arriesgado y alineado con la estrategia de cada organización. Este enfoque permite combinar entornos legados robustos con plataformas modernas, incorporar automatizaciones avanzadas y habilitar una gestión basada en datos sin sacrificar estabilidad.
De cara a 2026, expertos coinciden en que la región avanzará impulsada por tres fuerzas que convivirán en paralelo:
1. Migraciones completas para organizaciones altamente digitalizadas;
2. modernizaciones selectivas como estándar predominante; y
3. optimización de sistemas legados mediante automatización inteligente y capacidades de analítica avanzada.
Esta convergencia refleja un panorama híbrido en el que las empresas necesitan evolucionar rápidamente, pero con estrategias diferenciadas según su nivel de madurez digital, regulaciones locales y exigencias competitivas. En este escenario, la transformación selectiva se posiciona como un habilitador sólido para acelerar cambios estructurales sin comprometer la continuidad del negocio.
Sobre esta tendencia, Ezequiel Pardo, Director de Transformación de Datos para Latinoamérica en SNP Group, señala: “Las empresas latinoamericanas necesitan estrategias de modernización que sean eficientes, escalables y que se adapten a su nivel de madurez digital. La transformación selectiva entrega exactamente eso: permite innovar sin detener la operación y maximiza el retorno de inversión desde el primer día.”
El avance de este enfoque se evidencia en mercados como Chile, México y Brasil, donde la modernización parcial se ha convertido en una ruta preferente. En Chile, sectores como energía, retail y finanzas optan por modelos híbridos que fortalecen el control del sistema core, mientras incorporan aplicaciones satélites en la nube para mejorar trazabilidad, cumplimiento normativo y eficiencia operativa.
Un factor determinante para la expansión de la transformación selectiva es la necesidad de tomar decisiones en tiempo real. Las organizaciones buscan ecosistemas integrados que conecten procesos, eliminen fricciones y permitan visibilidad total de datos críticos. Proyectos recientes en la región muestran que este enfoque puede reducir de manera sustantiva los tiempos de implementación frente a migraciones completas, dependiendo del tamaño y complejidad de cada organización.
De cara a los próximos años, la modernización selectiva se consolidará como un pilar estratégico para las organizaciones de la región. Su capacidad de equilibrar innovación, eficiencia, control y continuidad operativa permite a las empresas avanzar en su propio ritmo, según su realidad tecnológica y objetivos de negocio. Las compañías que adopten este modelo no sólo acelerarán su evolución digital, sino que estarán mejor preparadas para integrar nuevas tecnologías y adaptarse a un mercado cada vez más dinámico.
Fuente: SNP Group








