Los dispositivos robados en Latinoamérica producen múltiples fraudes bancarios 

La región registró un incremento del 30% en el robo de dispositivos durante el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

América Latina está experimentando un incremento alarmante en el robo de dispositivos móviles y el consecuente aumento de fraudes financieros asociados. De acuerdo con datos de clientes de BioCatch, la región registró un incremento del 30% en el robo de dispositivos durante el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Argentina, Colombia, México y Perú destacan entre los países más afectados, con un aumento del 50% en los casos reportados.

¨Los criminales toman control del dispositivo, acceden a las aplicaciones bancarias de la víctima y transfieren fondos en cuestión de minutos. Posteriormente, “mulas financieras” mueven el dinero a través de redes de cuentas falsas. En otros casos, los teléfonos robados son utilizados para extorsionar a las víctimas, amenazándolas con divulgar información privada o con destruir el dispositivo si no pagan por su recuperación, comentó Josué Martínez, Global Advisor de BioCatch Latam.

Estos robos, aparentemente simples, suelen ser el punto de partida de complejas operaciones de fraude digital. La forma en que los criminales llevan a cabo estos robos varía, pero en general, buscan aprovecharse de personas que usan sus teléfonos en lugares públicos.

“El impacto económico de estos delitos varía considerablemente: desde $300 dólares hasta montos mucho mayores que, en algunos casos, debido a múltiples transacciones, pueden alcanzar los $300,000 USD, según el tipo de fraude cometido. Las consecuencias pueden ser graves e incluyen el robo de identidad, la obtención de préstamos fraudulentos y la pérdida total de acceso a cuentas y archivos personales”, continuó Martínez.

Contar con medidas adecuadas de prevención del fraude es esencial para hacer frente a este tipo de delitos. Si bien no existe una solución única, la biometría conductual se presenta como una defensa altamente eficaz, al detectar actividades inusuales en tiempo real, como cambios en la conexión, transferencias hacia cuentas nuevas o pagos a comercios desconocidos.

Esta tecnología combina diversos elementos para generar evaluaciones de riesgo dinámicas, que activan alertas inmediatas y permiten a las instituciones financieras intervenir antes de que los fondos sean sustraídos. Las soluciones basadas en biometría conductual analizan más de 3,000 patrones de comportamiento anónimo —como la velocidad de tecleo, el uso de la pantalla táctil o las variaciones en la conexión— para identificar anomalías y emitir alertas preventivas en tiempo real.

Brasil es un referente en la región: gracias a la colaboración entre bancos, autoridades y compañías telefónicas, se ha logrado reducir el fraude derivado de dispositivos robados. En Chile, las operadoras pueden desactivar un celular robado en menos de 24 horas, una medida que ha reducido el incentivo criminal.

Fuente: Biocatch

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