La entrada en operación de nuevos bancos digitales en México ha abierto el debate sobre los niveles de seguridad que las instituciones bancarias pueden garantizar frente a los riesgos de fraudes y hackeos en línea.
Ante este panorama de crecientes amenazas cibernéticas, especialmente prevalentes en el sector bancario, un Informe del Estado de Seguridad Física de Genetec, demuestra que un significativo 50% de los profesionales en banca y finanzas reportaron ser blanco de ciberdelincuentes en 2023, en comparación con la tasa general del 31% de todas las industrias encuestadas.
Hoy en día es común que numerosos bancos e instituciones financieras continúen confiando en tecnologías de seguridad física que fueron implementadas hace más de una década; si bien estas soluciones brindaron protección en el pasado, su incapacidad para mantenerse al día es evidente.
De acuerdo con datos de la Asociación de Bancos de México y la American Chamber, tan solo en el periodo de 2021-2022, México sufrió el 66% del total de los ciberataques presentados en América Latina, traduciéndose en pérdidas de 3,000 a 5,000 millones de dólares anuales.
Cuando las organizaciones comienzan a buscar una nueva solución de seguridad física, hay mucho que considerar y aunque los bancos e instituciones financieras pueden tener diferentes criterios en sus listas de requerimientos, a menudo priorizan algunos de los mismos elementos fundamentales que conducen a una implementación exitosa de seguridad física.
Para continuar siendo competitivos bajo este contexto empresarial, cumplir con las regulaciones y ser resilientes, los bancos e instituciones financieras deben modernizar su enfoque de seguridad física y transformar la seguridad electrónica es clave para la modernización en instituciones financieras y bancos. La transición a una plataforma de seguridad flexible y unificada ayuda a centralizar las estrategias de mitigación de riesgos y construir una base sólida y cibernética.
Fuente: Genetec