Con la llegada masiva de Internet y las Tecnologías de la Información a principios de los 2.000 la banca comienza un proceso de transformación digital que ha cambiado radicalmente la forma en la que nos relacionamos con el banco. Hoy en día, toda entidad bancaria cuenta con su página web corporativa y su propia aplicación para el móvil, desde la que podemos realizar todas las operaciones que antes nos exigían acercarnos a una sucursal física.
La digitalización del sector bancario está produciendo un doble efecto, por un lado, la lenta e imparable desaparición del uso de efectivo y de las entidades bancarias, tal y como las conocíamos hasta ahora, y por otro, la aparición de nuevas fintech puramente digitales, los conocidos como neobancos, un nuevo modelo de banca que no tiene presencia física alguna y cuya operación y negocio se gestiona 100% de forma digital a través de Internet y una App móvil. Su propuesta de valor frente a la banca tradicional se resume principalmente en tratar de trasladar el ahorro que supone el no tener que operar en oficinas físicas, a la cartera de productos y a las condiciones generales; a una mayor inmediatez y, sobre todo, a una mejor experiencia de usuario. NuBank, BNext, Revolut, Wise, Neon son solo algunos ejemplos.
Los neobancos han encabezado la adopción de enfoques digitales centrados en el cliente, anticipando un crecimiento del 79% en la penetración global de usuarios -que tienen contratado un servicio financiero con un neobanco-, pasando de 188 millones en 2022 a 338 millones en 2025, según Paymentology.
Las estrategias comerciales de los neobancos pasan por atender desde aquellos usuarios más avanzados que están digitalizados y buscan inmediatez y una experiencia más ágil, rápida y sencilla, hasta Pymes y segmentos de población que están desatendidos por la banca tradicional – en Colombia, la inclusión financiera sigue aumentando, mientras que, en 2022, el país obtuvo un puntaje de 44,7 sobre 100, en 2023 llegó a 45,6- o individuos que cuentan con un historial de crédito desfavorable.
Sin duda alguna, la tecnología móvil ha jugado un papel determinante en el proceso de digitalización de la banca. Con la aparición de las primeras apps el móvil pasó a convertirse en un nuevo canal para acceder a la banca personal. A su capacidad de inmediatez y de ubicuidad se unió tiempo después el reconocimiento biométrico y su capacidad para poder autenticarse en cuestión de segundos, mejorando enormemente la experiencia de usuario de los clientes, siempre, eso sí, cumpliendo con los niveles más estrictos de seguridad.
La fuerte penetración del móvil en todos los países de la región -en Colombia 86 de cada 100 colombianos cuentan con una conexión móvil a Internet-, el nivel de digitalización y el uso masivo de los smartphones son cada vez mayor en todos los estratos de la sociedad y el aumento exponencial en los pagos a través de celular hace que el móvil se postule como el canal preferido por los usuarios para acceder a sus servicios financieros por delante de otros canales como Internet o la banca telefónica, incluso de las mismas sucursales físicas.
El móvil permite a los neobancos ir un paso más allá en sus procesos de digitalización y apostar por nuevas estrategias que se centran más en el cliente y permiten mejorar aún más su experiencia de usuario. Algunas de estas Fintech están trabajando en la actualidad en adoptar en integrar la telefonía móvil, en su sentido más amplio, a su operativa multicanal y convertirse en Operadores Móviles.
La principal ventaja de convertirse en Operador Móvil radica en que la Fintech puede diseñar su propia oferta de telefonía móvil a medida y tarificarla a su conveniencia.
“En una región como en Colombia donde el número de líneas de telefonía móvil en la modalidad de prepago alcanza los 63,5 millones, la capacidad always on supone una clara ventaja diferenciadora. Permite a la Fintech, por un lado, mejorar la experiencia de usuario del cliente final que se siente seguro porque siempre podrá acceder a su App del banco, y por otro, rentabilizar al cliente garantizando que siempre pueda hacer uso de los servicios financieros, que es el último objetivo del neobanco”, apunta Iván Montenegro, Country Manager de SUMA Móvil en Colombia.
“Además, de ser una nueva línea de ingreso, los teléfonos móviles se convierten, sin duda, en una herramienta de promoción y fidelización, permitiendo a la Fintech lanzar promociones cruzadas para reforzar el lanzamiento de un nuevo producto o incentivar el uso de determinados servicios” señala Montenegro.
“Incorporar la telefonía móvil en el portafolio de cualquier compañía que no tenga experiencia en el sector puede ser una tarea ardua. Desde SUMA Móvil agilizamos el proceso y trabajamos estrechamente con el cliente asesorándoles tanto en la operativa técnica y regulatoria”, destaca el directivo.
“Nuestra plataforma de servicios móviles cuenta con tecnología propia -desarrollada in house- que asegura un rápido despliegue, menor a tres meses. Es configurable y extremadamente flexible. Contamos con la experiencia probada -más de 10 años- en el despliegue y operación, con más de 100 operadores móviles virtuales desplegados. Es una oportunidad que cualquier neobanco debería aprovechar para intentar diferenciarse por valor”, concluye Iván.