En la actualidad la mayoría de las empresas han iniciado su migración al almacenamiento de datos en la nube, encontrando una reducción de costos, agilidad, optimización de procesos y respaldo como algunas de sus mayores ventajas. Aunque los centros de datos masivos ofrecen una gran potencia de cálculo necesaria, esta centralización aumenta la latencia.
La búsqueda de las empresas por mejorar continuamente la experiencia del cliente llevó a la nube distribuida, una forma de cloud computing en la que una empresa utiliza la infraestructura de nube pública en varias ubicaciones geográficas, al mismo tiempo que la gestión, el control y actualizaciones se operan de forma centralizada por un único proveedor de servicios de nube.
Akamai señala que este modelo plantea ventajas competitivas para los desarrolladores a los que ofrece un nuevo marco de infraestructura de datos en la nube, gracias a un mayor rendimiento y escalabilidad, ya que las cargas de trabajo ya no se crean para un único lugar, sino que se distribuyen en un amplio espectro informático y geográfico.
“Cuando hablamos de nubes distribuidas nos enfrentamos a que en ocasiones los mismos desarrolladores suelen seguir viéndola a través de una lente centrada, lo que afecta el alcance sobre cómo las nubes distribuidas funcionan de manera diferente al modelo de nube actual” comenta Hugo Werner, Vicepresidente regional de Akamai para LATAM.
De acuerdo con el estudio de Akamai “Percepción de los desarrolladores sobre la nube distribuida” los desarrolladores del sector de educación e investigación académica son el sector con más interés en transitar hacia una nube distribuida, con un 33% de los desarrolladores profesionales de la nube encuestados; seguido por los sectores de productos y servicios de software, SaaS, con un 32%, y el sector de consultoría empresarial, servicios jurídicos, RRHH y servicios de contratación con un 29%.
De acuerdo con el 71% de los encuestados desarrolladores profesionales de la nube, la nube distribuida proporciona una mejor visibilidad de los problemas de seguridad a nivel local, mientras que el 66% afirma que proporciona un control más granular sobre los datos y el acceso a los recursos. Esto se debe a que los sistemas distribuidos son más tolerantes a fallos, si los servicios en la nube de una ubicación se desconectan, las organizaciones pueden seguir accediendo a los servicios en la nube desde otras ubicaciones distribuidas.
Fuente: Akamai Technologies