Análisis del Grupo INTL FCStone en Argentina sobre el proceso de negociaciones con el FMI y otros organismos internacionales; la posibilidad que el próximo 20 de junio Argentina sea recategorizado como “mercado emergente” por el MSCI; y el camino sinuoso de la actual gestión hacia las elecciones 2019.
El gobierno avanza a paso rápido con el FMI y otros organismos multilaterales (BID, CAF y el Banco Mundial) para cerrar compromisos de financiamiento que permitan cubrir, sin recurrir a los mercados internacionales de deuda de ser necesario, los vencimientos hasta fin del mandato en curso. Existen incluso gestiones con el Banco Popular de China para ampliar la línea swap vigente y reforzar así las reservas del BCRA.
Las autoridades del FMI confirmaron que las negociaciones para otorgarle un crédito stand-by a la Argentina se acercan a su etapa final. “Será un plan impulsado por las prioridades del gobierno argentino”, en palabras del director del Departamento para el hemisferio occidental del FMI, Alejandro Werner.
La convicción de que un acuerdo está cerca junto a las posibilidad que el próximo 20 de junio seamos recategorizados como “mercado emergente” por MSCI (los principales bancos de inversión norteamericanos mantienen cierto optimismo sobre esta posibilidad) podrían marcar un punto de inflexión para el castigado mercado local. El martes pasado, las acciones locales mostraron un rally generalizado y los títulos soberanos en dólares de referencia comienzan a mostrar alguna mejoría de paridades desde los pisos marcados en plena crisis.
El pasado lunes fue publicado el informe de expectativas de mercado elaborado mensualmente por el BCRA permitiéndonos dimensionar el impacto esperado, por la mediana de los analistas, de la reciente turbulencia. El crecimiento del PBI esperado para este año se desplomó hasta 1.3% (vs. 2.5% el mes previo) y la inflación esperada subió hasta 27.1% (vs. 22% del mes previo).
Este magro desempeño en materia de actividad económica, que se sentirá con mayor fuerza en el segundo y tercer trimestre, tiene tres fuentes principales. El fuerte apretón monetario que mantiene el BCRA (con tasas reales ex ante en niveles récord para la actual gestión), factores climáticos que afectaron la producción del sector agrícola y la hasta ahora siempre demorada pero indispensable corrección en materia fiscal. Se especula con un ajuste significativo que incluiría recortes en obra pública directa, subsidios, “gasto político”, “privilegios indebidos del sector público” y transferencias discrecionales a las provincias.
Dado este panorama, el mercado seguramente comenzará a fijar su atención en octubre del 2019 para marcar el ritmo de los activos argentinos, según el análisis INTL FC Stone. El jefe de gabinete Marcos Peña declaró que en su opinión “un acuerdo Argentina-FMI no compromete las chances de Macri en 2019”. La encuesta de confianza del consumidor elaborada por la UTDT mostró en abril la segunda peor marca desde el 2003 siendo solo superada por el piso de la gestión Kirchnerista en febrero del 2014. El dato por publicarse este mes, donde veremos el impacto de la “corrida” de Mayo y las negociaciones con el FMI (repudiado por una amplia mayoría de la población) mostrara a las claras la magnitud del desafío que enfrenta la administración Macri de cara a un año electoral.
El gobierno deberá transitar un camino muy estrecho entre lo comprometido con el FMI y las demandas de la sociedad para renovar su mandato frente a una oposición que monitorea atentamente su nivel de desgaste. De no complicarse el escenario internacional, el equipo económico cuenta entre sus herramientas con un tipo de cambio más competitivo, un sistema financiero de contrastada solidez, niveles crecientes de inversión en términos del PBI y el auspicioso debut del sistema de Participación Publico Privada.
Análisis del grupo INTL FCStone Inc.