La Inteligencia Artificial (IA) ha tenido tantas altas y bajas durante las últimas décadas en el legendario ciclo hype que quizás sea mejor llamarla montaña rusa. Subimos a la cima una vez más y puede ser que esta vez sea distinto. Parece que realmente estamos al borde de una nueva era. La inversión fluye, y la IA es una de las áreas de investigación más candentes en el mundo.
Pero también es importante examinar detalladamente los obstáculos que todavía existen en el camino. Y qué tendremos que hacer para librar dichos obstáculos y llegar a que la IA se convierta en una verdadera fuerza económica productiva. Hace tiempo que estamos recorriendo este camino. AT&T fue uno de los lugares de nacimiento de la IA, gracias al trabajo pionero de científicos e ingenieros como Claude Shannon, durante los años 1950s.
La verdadera IA es un adelanto de vanguardia que siempre pareció estar justo a la vuelta de la esquina. Y se lograron avances significativos a través de los años en áreas como el reconocimiento de voz, los buscadores y el aprendizaje profundo. Los sistemas informáticos ahora pueden hablar por teléfono, ayudar a encontrar lo que uno busca en línea y ganarle en ajedrez incluso a los mejores jugadores humanos.
¿Qué es la “verdadera IA”? No nos referimos a robots mayordomos o a programas de software eruditos. Nos referimos a herramientas que pueden generar beneficios económicos importantes con una mínima interacción humana, mientras que resguardan nuestra privacidad y seguridad.
La verdad es que muchas de las cosas que hoy vemos como IA realmente requieren personas que manualmente ingresen y estructuren una gran cantidad de datos. El usuario final interactúa con un software, pero detrás de la escena hay mucha gente trabajando arduamente para hacer que ese software parezca más inteligente de lo que realmente es.
Incluso las soluciones comerciales de IA que se usan en la actualidad, como los asistentes virtuales y los sistemas de enrutamiento de llamadas, todas son desarrolladas sobre una cantidad enorme de datos que son etiquetados manualmente. Para que una aplicación de IA se haga realidad se requiere un gran esfuerzo humano.
Desde AT&T recientemente se lanzó un Proyecto con Linux Foundation y Tech Mahindra llamado Acumos, un mercado para aplicaciones de IA. Las compañías y los desarrolladores pueden rápidamente subir, bajar y encadenar aplicaciones de IA, o “modelos”, desde este mercado de la misma manera que ellos desarrollan y usan aplicaciones en un teléfono inteligente.
Al reducir esa barrera de entrada, podemos alentar a más empresas para que usen IA, a más personas que buscan trabajo a encaminar sus carreras en IA y a más personas que se beneficien de IA.
Sin embargo, si queremos que esto deje de ser una moda, una vez que pasen la emoción irracional y los miedos, necesitamos prestar atención a los retos del camino y encontrar una solución para sobrepasarlos.
Nota por: Gilbert Mazin, vicepresidente de tecnología avanzada para AT&T Labs, AT&T