En la era digital actual, la información es el activo más valioso

Cada transacción online genera una cantidad ingente de datos que necesitan ser almacenados, procesados y gestionados de forma segura y eficiente. Aquí es donde entran en juego los data centers, que actúan como el sistema nervioso de la sociedad conectada de hoy en día.

En un mundo cada vez más digital, los ‘data centers’ se consolidan como infraestructuras clave para sostener el progreso tecnológico y económico. Su crecimiento, sin embargo, plantea desafíos ineludibles en materia de sostenibilidad y eficiencia.

En este contexto, BBVA CIB se posiciona como un aliado estratégico para las empresas, acompañándolas en su evolución hacia modelos más responsables y resilientes, capaces de adaptarse a un entorno en constante transformación.

En la era digital actual, la información es el activo más valioso. Cada clic, cada mensaje, cada transacción online genera una cantidad ingente de datos que necesitan ser almacenados, procesados y gestionados de forma segura y eficiente. Aquí es donde entran en juego los data centers, infraestructuras críticas que actúan como el sistema nervioso de la sociedad conectada de hoy en día.

La expansión de los data centers es crucial para la competitividad mundial y la adopción de Inteligencia Artificial para la economía. A la vez, este crecimiento exponencial plantea un reto importante: cómo gestionar su impacto ambiental en un mundo que lucha por frenar el cambio climático.

Según la Unión Europea, los data centers ya representan el 3% de la demanda eléctrica de la región. A nivel mundial, consumen entre el 1 y el 2% del total, una cifra que podría duplicarse en 2030. Además, hoy generan cerca del 0,5% de las emisiones de carbono globales, según la Agencia Internacional de la Energía, con potencial de casi triplicarse a 2030.

Por otro lado, el uso responsable del agua también se ha convertido en una prioridad operativa, pese a que existe clara innovación hacia diseños con muy bajo uso de agua. Esta realidad revela una paradoja: mientras la digitalización busca soluciones sostenibles, sus propias infraestructuras pueden representar un reto para la descarbonización de la economía.

Para mitigar su impacto, la industria está tomando medidas a lo largo de tres ejes principales: la eficiencia energética, la reducción de las emisiones de carbono y la gestión sostenible del agua. Según, Luis Fuente, director ejecutivo de Sustainability & Low Carbon Transition Advisory de BBVA CIB, “uno de los caminos más prometedores para revertir esta situación es la transición hacia fuentes de energía renovable. Además, la presión por avanzar hacia modelos de cómputo más sostenibles está llevando a los centros de datos a adoptar estándares ambientales más exigentes y a reportar sus avances con mayor transparencia”.

Fuente: BBVA CIB

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