Consejos de los líderes para aprender sobre la Industria 4.0

México y el resto de Latinoamérica no son la excepción. Si bien la región accede y utiliza herramientas digitales, no existe una visión estratégica para su uso.

Las implicancias de construir sociedades basadas en la información y el conocimiento no son del todo conocidas por la mayoría de las personas. En pocas palabras, es difícil lograr visiones integrales u holísticas en torno a los avances tecnológicos.

México y el resto de Latinoamérica no son la excepción. Si bien la región accede y utiliza herramientas digitales, no existe una visión estratégica para su uso. En la actualidad, mientras otros países como Alemania, Noruega o España diseñan lineamientos nacionales para aprovechar la ola de la Cuarta Revolución Industrial (o Industria 4.0), en su gran mayoría Latinoamérica sigue dependiendo de la venta de materias primas para mantener sus economías sin agregar valor ni expandir su conocimiento.

Hace algunos años, Latinoamérica había avanzado significativamente en la digitalización de sus economías en comparación con otras regiones emergentes. Sin embargo, distintos estudios, ya alertaban en ese momento sobre brechas en el desarrollo de capital humano formado en estas nuevas habilidades digitales y un déficit en el desarrollo de infraestructura que pudiera dar soporte a la aplicación de las nuevas tecnologías.

En la región latinoamericana ya existen experiencias de cómo la ola de la Cuarta Revolución Industrial comienza a permear a los países. Se pueden destacar los casos de Colombia y Chile, que ya están desarrollando políticas en materia de inteligencia artificial.

Por ello, en el marco de publicaciones como el Flacso, “Innovación y Transformación digital: el devenir del govtech municipal”, que busca plantear propuestas integrales para la región, se propone un programa de reducción de la brecha digital como política pública para impulsar la Industria 4.0.

Reducción de brechas digitales

Cualquier propuesta que busque reducir las brechas digitales debe estar enfocada en promover el desarrollo de nuevas competencias digitales, donde las competencias en disciplinas como ciencias, comunicaciones, tecnología, ingenierías, computación y matemáticas se ubiquen en el centro de una nueva alfabetización, no solo para estudiantes y jóvenes, sino también para los profesionales y trabajadores actuales. Mientras esto no se aplique, la adopción de tecnologías como la IA o el Internet de las Cosas (IoT) seguirá siendo difícil.

Con el objetivo de contribuir a la generación de nuevas competencias digitales, Universal Robots presenta a continuación un plan estratégico que podría orientar el proceso de reducción de las brechas digitales y las capacidades de los nuevos trabajadores de cara al futuro. Esta propuesta puede ser adoptada por cualquier país de la región latinoamericana como modelo a seguir para la formación integral en competencias digitales para las sociedades.

Reducción de brechas digitales

Cualquier propuesta que busque reducir las brechas digitales debe estar enfocada en promover el desarrollo de nuevas habilidades, donde las competencias en disciplinas como ciencias, comunicaciones, tecnología, ingenierías, computación y matemáticas se ubiquen en el centro de una nueva alfabetización, no sólo para estudiantes y jóvenes, sino también para los profesionales y trabajadores actuales. Mientras esto no se aplique, la adopción de tecnologías como la IA o el Internet de las Cosas (IoT) seguirá siendo difícil.

Con el fin de contribuir a la generación de nuevas habilidades digitales, los países deben adoptar un plan estratégico para iniciar el proceso de reducción de brechas digitales. Este plan puede ser adoptado por cualquier país de la región latinoamericana como un modelo a seguir para la formación integral en habilidades digitales para las sociedades.

Esta propuesta sobre cómo reducir las brechas digitales identifica tres grandes grupos que requieren atención: el sector industrial, el sector público y la ciudadanía. Bajo esta visión, dependiendo del contexto de cada país, se deben priorizar aquellos actores que requieran uno de los tres niveles de trabajo. Los criterios para esta selección pueden basarse en las siguientes recomendaciones.

Industria: En este caso se recomienda seguir los siguientes pasos: Seleccionar aquellos actores que tengan mayor peso relativo en el PIB del país. Además, seleccionar aquellos actores con mayor peso relativo en las importaciones y seleccionar aquellos actores que participen en las cadenas de valor más importantes a nivel global y regional.

    Sector público: La recomendación para este sector es aplicar una formación transversal en nuevas habilidades digitales a nivel de todos los funcionarios públicos de los países. Sin embargo, en el caso de que se requiera priorizar, se debe empezar primero por todas las instituciones públicas del gobierno central o federal.

    Ciudadanos y comunidades vulnerables: La priorización de actores dentro de este grupo dependerá de los contextos sociales de cada país. Sin embargo, considerando las desigualdades estructurales de la región, las mujeres, los jóvenes y los adultos mayores deben ser los primeros en cualquier plan de fortalecimiento de las habilidades digitales.

    Estos actores se definen mejor cuando se aplican en la práctica los tres niveles de reducción de brechas digitales que podrían aplicarse:

    • Nivel 1 – Nuevas habilidades digitales: Formar en nuevas habilidades digitales a actores previamente seleccionados. Los contenidos dependerán del grupo al que pertenezcan.
    • Nivel 2 – Democratización en el uso de la tecnología: Facilitar el acceso a nuevas tecnologías para reducir brechas en el desarrollo de habilidades digitales.

    Existen tres posibles acciones que se deberían gestionar para promover la democratización en el uso de la tecnología: incidencia en marcos legales; promoción del acceso a la tecnología (conocimientos y herramientas); y espacios de intercambio y cooperación.

    • Nivel 3 – Desarrollo de tecnología propia: Promover el desarrollo de tecnología digital propia para aumentar la productividad de los países y reducir la desigualdad.

    Una propuesta de tres posibles líneas de acción integrales que deberían gestionarse de manera coordinada entre los países de la región serían: acuerdos de propiedad intelectual en tecnologías digitales; digitalización de industrias estratégicas; y desarrollo de parques industriales centrados en nuevas tecnologías.

    En general, cuando se trata de México y Latinoamérica, es posible notar una tendencia por parte de los gobiernos a generar mayores avances tecnológicos al interior de las administraciones públicas del estado que a formular políticas para desarrollar la Industria 4.0.

    No hay que olvidar que la motivación inicial de los precursores de la Industria 4.0, como Alemania o EEUU, estaba centrada en invertir en nuevas tecnologías para mantener la productividad y reubicar ciertos sectores económicos, ya que esto es lo que impulsa el desarrollo y el bienestar de estas sociedades.

    En la región latinoamericana, este enfoque industrial de las nuevas tecnologías sigue estando poco desarrollado. Por ello, se requieren mayores esfuerzos en inversión y reflexión para combinar la necesidad de desarrollo económico más allá del sector primario y las nuevas tecnologías de la Industria 4.0, a fin de avanzar hacia una recuperación sostenible y una verdadera economía del conocimiento sin dejar a nadie atrás.

    Por Denis Pineda, Gerente General de Universal Robots

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