La inclusión de las mujeres en el mundo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) es una aventura que sigue su marcha. Se han alcanzado muchos y mayores logros, pero todavía queda mucho por hacer.
De acuerdo con el Informe Global sobre la Brecha de Género 2023 del Foro Económico Mundial, en lo relacionado con la equidad de género, Brasil —uno de los países más grandes de Latinoamérica— se encuentra en el puesto número 57 de la clasificación mundial de 146 países. Esto representa una mejoría impresionante en comparación con el puesto 94 ocupado en 2022 y Brasil sigue avanzando en muchos de los indicadores que componen la clasificación.
Cabe destacar que en el sector tecnológico mundial, donde el dominio de las disciplinas STEM es fundamental, la presencia de mujeres en puestos de liderazgo ha sido limitada. De hecho, el estudio muestra que la participación de las mujeres en los puestos de alta dirección (vicepresidentas y directoras) en STEM es únicamente del 12,4 %. Esta panorámica de la parte superior de la pirámide de la industria tecnológica refuerza una tendencia que comienza con el reclutamiento de estudiantes mujeres de STEM; actualmente, solo el 36,6 % de los estudiantes que cursan estas disciplinas son mujeres.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) prevé que el 75 % de todos los empleos estarán relacionados con áreas STEM para 2050. De manera que es fundamental prestar cuidadosa atención a la educación y la participación de las mujeres, donde las estadísticas son incluso más preocupantes. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), solo el 35 % de los graduados en STEM en todo el mundo son mujeres.
Un mundo digital con pocas mujeres se traduce en un universo más pobre. Según el informe Panorama de Género 2022 de la ONU, esta situación ha rebajado $1000 millones de las economías de los países con ingresos bajos y medianos en los últimos 10 años. Si esta situación continúa así, las pérdidas podrían ascender a $1500 millones para 2025.
Sin embargo, existen algunas prácticas que pueden contribuir a mejorar el acceso de las mujeres a la educación en STEM y trazar un camino hacia puestos profesionales en la economía digital latinoamericana. A continuación, Camila Velloso, directora de operaciones para Vertiv en America Latina y quien lidera equipos en Brasil, Mexico, Colombia, Peru y Chile analiza y muestra algunas realidades a la que se enfrento – no solo ella sino la mayoría de mujeres – que exigen un cambio
Ejemplos de mujeres exitosas en STEM: A manera de anécdota, cuando las mujeres eligen un plan de estudios o una carrera profesional, se sienten atraídas por áreas donde ven a otras mujeres disfrutar del éxito alcanzado. Podríamos decir que esta situación se parece en parte al eterno dilema del huevo y la gallina: si pocas mujeres entran en los campos STEM, habrá pocos ejemplos de mujeres exitosas en estos campos. Al animar, orientar y apoyar a las mujeres para que sigan carreras y educación en STEM, habrá más ejemplos de mujeres exitosas e inspiradoras.
La presencia de mujeres en puestos de gerencia en compañías tecnológicas sirve como faro de esperanza para que las mujeres tomen las carreras STEM en consideración a la hora de definir su futuro. Esta no es una inspiración teórica; más bien incluye una larga y ardua aventura que combina la capacitación constante y el trabajo. Los ejemplos de estas exitosas mujeres en STEM deben ir más allá del mundo empresarial. Deben llegar a las escuelas, a las comunidades y a otros entornos donde las niñas y las mujeres puedan convencerse de que el cambio es posible.
Iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI): Es indispensable que las compañías tecnológicas den prioridad a la diversidad. Los programas de diversidad e inclusión pueden animar a las mujeres, entre otros grupos, en sus empresas y en sus campos. De hecho, el objetivo es llevar la bandera de la DEI a las comunidades menos reconocidas en general, lo cual incluye la elaboración de programas y campañas dirigidas a las niñas y mujeres de todos los orígenes en educación primaria, secundaria y universitaria. La economía digital debe presentarse como un espacio que necesita profesionales mujeres y desea darles la bienvenida. Es una fuente de esperanza que involucra a diferentes audiencias y presenta una visión pragmática —basada en ejemplos y acciones educativas— de una nueva Latinoamérica digital. Las autoras de este artículo forman parte de esta aventura y participan activamente en esos programas de DEI.
Fuente: Vertiv
