El acuerdo es parte del plan del presidente Mauricio Macri para negociar sector por sector formas de reducir los altos costos laborales locales, uno de los principales desincentivos para la llegada de inversiones que el país necesita para salir de su recesión económica. El objetivo es de a poco levantar a la industria, que viene en baja desde el pasado año a raíz de la crisis en Brasil.
En el caso del sector automotriz —que exporta la mayor parte de su producción a Brasil— el problema número uno a resolver es reducir el fuerte ausentismo de los trabajadores, que en ocasiones alcanza el 10% del personal y frente al cual los empleadores dicen tener un poder de acción ampliamente limitado.