Cada 10 años aproximadamente surge una nueva tecnología de comunicaciones móviles -1G, 2G, 3G, 4G, 5G, …- Según GSMA se prevé que la penetración de 5G en Latinoamérica en el 2030 será aproximadamente de un 30%, sin embargo, llevamos tiempo escuchando hablar del 6G, por lo que todo nos hace pensar que esta dinámica continuará en el tiempo.
Vale la pena mencionar que una nueva tecnología siempre trae consigo nuevas mejoras y ventajas diferenciadoras respecto a sus predecesoras, pero también implica elevadas inversiones multimillonarias y nuevos retos que en algunos casos afectan a toda la industria Telco. Uno de estos retos es, sin duda, el de las llamadas de voz. En las tecnologías de nueva generación no existen las llamadas de voz como las conocemos hoy en día.
“La solución, primeramente, pasa porque los Operadores Móviles actualicen su tecnología y desplieguen VoLTE y, en segundo lugar, porque haya dispositivos que soporten la tecnología. Si el tiempo medio de renovar un celular es de dos años podríamos pensar que casi todos los smartphones deberían estar preparados y a un coste de mercado accesible, lo que permitirá que los usuarios puedan hacer frente a este reto tecnológico de forma natural y sin darse cuenta”, explica Freddy Lara – MNO Sales Director de JSC Ingenium.
En la actualidad, en la mayoría de los casos, un abonado que opera en 4G y navega por Internet con total normalidad tiene que pasar a 3G para realizar o recibir una llamada, pero ¿qué pasará cuando se lleve a cabo el apagón de las redes legacy -2G/3G-? debemos encajar todas las piezas y estar preparados.
VoLTE es la tecnología que permite realizar llamadas de voz a través de redes LTE (4G). Esta tecnología aprovecha la infraestructura de datos de alta velocidad de las redes LTE, lo que resulta en una mejor calidad de voz y en una experiencia general más satisfactoria para los usuarios finales.
En un mercado como América Latina, donde la adopción de smartphones y el consumo de datos móviles están en constante crecimiento, VoLTE se presenta como una pieza fundamental para mejorar la calidad y eficiencia de las comunicaciones.
La arquitectura IMS, por su parte, permite la entrega de servicios multimedia sobre redes IP. “Integrar VoLTE en un entorno IMS hace que los operadores puedan ofrecer una variedad de servicios avanzados, como videollamadas, mensajería multimedia y servicios de comunicación en tiempo real, todo ello a través de una única infraestructura IP”, afirma Lara.
La convergencia de servicios fijos y móviles también abre nuevas oportunidades de negocio para los operadores de telecomunicaciones en América Latina, porque al ofrecer paquetes integrados que incluyan voz, datos y servicios de valor agregado, los operadores pueden diferenciarse en un mercado altamente competitivo y aumentar sus ingresos por usuario.
Sin embargo, la implementación de VoLTE IMS y la convergencia de servicios fijos y móviles no están exentas de desafíos. Uno de ellos es la interoperabilidad entre diferentes redes y proveedores de servicios, lo que requiere estándares y protocolos comunes para garantizar una experiencia de usuario consistente.
Fuente: JSC Ingenium