Western Union relanza su filial argentina

La principal empresa de servicios de pago del mundo, Western Union, planea relanzar su filial en la Argentina, luego de que su negocio se viera afectado en la última etapa del gobierno kirchnerista por las restricciones para enviar divisas al exterior.

La imposición del cepo cambiario en octubre de 2011 impactó de lleno en las operaciones de la compañía, que debió modificar sus políticas comerciales, incrementar fuertemente sus comisiones y limitar los envíos de dinero al exterior. Durante cuatro años redujo en 30% su operatoria local.

Estos cambios también afectaron al más de millón de argentinos que viven en el exterior y envían y reciben dinero; y a los 2,5 millones de residentes extranjeros en Argentina.

Si bien no hay datos sobre el negocio de remesas en Argentina, por la falta de estadísticas del INDEC, las fluctuaciones provocaron que los clientes de WU buscaran otras variantes. En muchos casos, la demanda se volcó a la informalidad.

Pero tras las elecciones que consagraron a Mauricio Macri como sucesor de Cristina Fernández de Kirchner, el mercado de divisas se fue liberando, devaluación de diciembre pasado mediante.

Este cambio de escenario le permite a Western Union encarar una estrategia de expansión y de recuperación de las operaciones perdidas entre 2011 y 2015.

Actualmente la red propia de WU supera los 170 locales, a los que se suman acuerdos para ofrecer el servicio en oficinas del Correo Argentino y de los supermercados Carrefour, Walmart y La Anónima.

Además, el holding de origen estadounidense es propietario de Pago Fácil, la red local de pago de servicios y transferencias domésticas de mayores operaciones en el país.

Maximiliano Babino, gerente General de Western Union en Argentina, «la empresa nunca dejó de ofrecer sus servicios, a pesar del contexto».

Agregó que en los próximos dos años encarará un plan para recuperar el terreno perdido por el cepo y para expandir los negocios tiene varias aristas.

La primera se dio con la reapertura de todos los mercados para enviar dinero, además de la incorporación de Cuba. «Hoy no hay restricciones. Se puede enviar y recibir dinero desde cualquier parte del mundo», agregó el ejecutivo.

También se normalizaron las comisiones, que durante el kirchnerismo habían trepado a niveles tan altos que la filial local de WU se había convertido en la más cara del mundo, con costos de hasta el 50% por envío.

En esos años también se pusieron fuertes topes a los montos. «Ahora, las comisiones ya son competitivas y cada cliente puede transferir hasta $55.000 mensuales», enfatizó Babino, en diálogo con el matutino.

Otra arista es llevar el negocio internacional a la red Pago Fácil: «Vamos a ofrecer los dos servicios de envío y recepción de remesas, el local y el internacional, desde Pago Fácil». De esta forma, sumará entre 4500 y 5000 nuevos locales a los de WU. La empresa también tiene planes de abrir otros 2000 en los próximos dos años.

La tercera arista del plan de crecimiento se orienta a los servicios virtuales. Argentina comenzará a operar también una aplicación que permitirá a los clientes operar desde Internet.

En una primera etapa se ofrecerá una app para cargar la transferencia y evitar las filas. A esto le agregarán la posibilidad de recibir dinero directamente en la propia cuenta bancaria del cliente.

«Queremos aprovechar el momento, rearmar la compañía. De hecho, tampoco nos quedamos quietos en los años más complicados si tenemos en cuenta que el personal llega a los 1000 trabajadores, desarrollamos un edificio propio y desde Argentina ofrecemos servicios a otras redes de WU extranjeras como Brasil, Paraguay y Panamá», cerró Babino.

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