Dilma Rousseff, lleva en el cargo 5 años, abandonó el Palacio Presidencial de Planalto, en Brasilia, horas después de la votación del Senado. El Senado deliberó por más de 20 horas antes de votar poco después del amanecer del jueves por 55-22 en favor de enjuiciar a Dilma por cargos de que maquilló el tamaño del déficit presupuestario para que la economía pareciera más saludable antes de su reelección en 2014
Temer, llamó a apoyar a un gobierno de «salvación nacional» que buscará sacar a la mayor economía de Latinoamérica de una profunda recesión y resolver la inestabilidad política y los escándalos de corrupción.
«Es urgente que calmemos al país y unamos a Brasil», agregó Temer tras la ceremonia en la que presentó a su gabinete. «Partidos políticos, líderes, organizaciones y el pueblo de Brasil cooperarán para que el país salga de esta grave crisis».
Es un constitucionalista de 75 años que lleva décadas en el Congreso y ha tenido sus diferencias con Rousseff el año pasado, desde mañana enfrenta el desafío de rescatar a la novena economía mundial de su peor recesión desde la Gran Depresión.
El presidente interino nombró como ministro de Hacienda al ex jefe del Banco Central Henrique Meirelles, dentro de un gabinete reducido, con el mandato de reformar el costoso sistema de pensiones.