Los Juegos Olímpicos que se inauguran este viernes en Río de Janeiro, Brasil, los primeros de Sudamérica, no sólo van a reunir a 10.500 atletas, sino que serán un laboratorio para probar y mostrar varias tecnologías que buscan mejorar las telecomunicaciones, la exploración de las ciudades y el desempeño de los competidores.
En la base de este entramado está Atos, el proveedor oficial de servicios informáticos durante este evento, que tiene a su cargo a los más de 12 mil computadores que operarán en las 22 sedes olímpicas, además de 250 servidores, 15 mil teléfonos fijos, 20 mil celulares y 15 mil radios. Los técnicos de la empresa sometieron los sistemas informáticos a más de 200 mil horas de pruebas e, incluso, montaron un laboratorio donde simularon mil contingencias como inundaciones, cortes de electricidad y hasta ciberataques.
La compañía Omega, tradicionalmente encargada de certificar los tiempos y marcas en las competencias olímpicas, también introducirá innovaciones para mejorar la precisión de las pruebas. Una de ellas es la cámara de alta velocidad Scan’O’Vision Myria, que captura diez mil imágenes por segundo y definirá a nivel milimétrico quién cruza primero una meta. También se instalará un sofisticado detector de salidas en falso para las carreras en pista: los tacos de apoyo medirán la presión del pie de cada atleta cuatro mil veces por segundo, con el fin de registrar el más mínimo adelantamiento.
Para la natación, la empresa desarrolló marcadores que se instalarán en el fondo de las piscinas durante las pruebas largas de 800 y 1.500 metros. El fin es que cada nadador sepa exactamente cuántos metros ha recorrido y pueda planificar su estrategia. En tanto, la arquería se verá beneficiada por un sistema que identifica la ubicación exacta de la flecha con una precisión de 0,2 milímetros, un rango mucho más fino del que logra el ojo de los jueces. También se medirán las pulsaciones de los arqueros para que los espectadores aprecien su nerviosismo desde las tribunas.
En los últimos Juegos Olímpicos de Londres 2012, la audiencia televisiva llegó a 3,6 mil millones de personas. Ante esa masividad la cadena NBC decidió experimentar con nuevas tecnologías de transmisión que podrían imponerse en el futuro inmediato, como la transmisión de eventos en resolución 4K. Esta tecnología supera en cuatro veces la calidad de imagen que despliegan los equipos de Blu-Ray y está disponible en varios modelos de televisores. Además, el canal transmitirá 85 horas de competencias olímpicas en formato de realidad virtual: la ceremonia de apertura y clausura, el básquetbol masculino, la gimnasia y los clavados, entre otras disciplinas, se podrán apreciar, al menos en Estados Unidos, de forma inmersiva a través de la aplicación móvil NBC Sports y las gafas Gear VR de Samsung.
Además, por medio de Google, por primera vez los aficionados podrán usar sus computadores o celulares para realizar recorridos con panorámicas en 360 grados de los 25 recintos deportivos donde competirán Usain Bolt, LeBron James y otras estrellas. Para mapear las pistas, piscinas y lugares turísticos como el Sambódromo, la empresa empleó técnicos dotados de Trekkers, mochilas de 18 kilos que portaban 15 sofisticadas cámaras que captaron todos los alrededores. Luego, esas vistas se integraron al sistema Street View que Google usa en sus mapas.
“Quisimos aprovechar que el escenario de estos juegos es una ciudad espectacular, llena de cosas que ver. Por eso incluimos las imágenes interiores de 200 hoteles, restaurantes y bares que capturan lo alucinante que puede ser Río”, cuenta Alejandra Bonati, gerente de comunicaciones de Google en Chile. La ejecutiva cuenta que también se incorporará una función que permitirá descubrir nuevos lugares a través de Google Maps con sólo tocar la pantalla: “Basta abrir la aplicación y, dependiendo de la hora del día, sugerirá lugares para comer algo, ya sea por características específicas -“Mejores pastas con vista al mar”- o por cercanía”.
Mientras tanto, Moovit será la aplicación oficial del transporte público durante los juegos y tendrá información sobre todas las líneas de autobuses, trenes, estaciones de metro y teleféricos.
La experiencia de pagar por todos estos servicios está siendo sometida a otro tipo de pruebas por compañías como Paypal y VISA. La primera, dedicada a las transacciones en línea, actualizó su aplicación móvil para eliminar el uso de la billetera. Ahora, a través del celular se podrá arrendar un departamento en Airbnb, comprar un traje de baño o pagar los traslados en los autos de 99Taxi.
VISA probará un sistema muy innovador, pero que sólo podrá ser usado por un grupo de 45 atletas. Se trata de un anillo que reemplaza a la tarjeta de crédito, no requiere cargar su batería y se puede sumergir hasta 50 metros. El dispositivo opera con la tecnología inalámbrica NFC, la cual permite realizar compras con sólo colocar el anillo junto a una de las cuatro mil terminales que se instalarán en Río y que contarán con esta plataforma.
“Su diseño es elegante y puede estar contigo en todo momento y lugar, ya sea en la playa o en una tienda. Fue inspirado por los atletas de nuestro Equipo VISA que buscaban una forma de usar el servicio mientras entrenaban, ya que muchos de sus atuendos no tienen bolsillos para una billetera o celular”, dice desde Estados Unidos Christopher Dean, director de innovación, y quien agrega que el anillo usa “un sofisticado sistema de encriptación para realizar las transacciones y si se extravía puede ser desactivado”. El ejecutivo indica que en el futuro se sumarán otros aparatos de pago similares. Un ejemplo es el reloj Bellamy, lanzado a comienzos de este año: fue desarrollado junto a Swatch y también usa tecnología NFC.
Las innovaciones tecnológicas se extienden al entrenamiento de los atletas. Microsoft donó al equipo australiano un software que analiza grandes volúmenes de datos y predice si un deportista sufrirá una lesión con tres días de anticipación, gracias al monitoreo de sus músculos, su presión arterial, el ritmo de su corazón y las horas de sueño. Según el Instituto Australiano del Deporte, el fin es multiplicar de manera importante las medallas para el país oceánico en los próximos ocho años.
Los ciclistas olímpicos de Estados Unidos usarán gafas Solos Smart, desarrolladas originalmente por Kolpin, una empresa que fue contratista del Departamento de Defensa norteamericano. Los lentes tienen una diminuta pantalla interactiva ubicada frente a la línea de visión del ciclista y que le permite ver datos como velocidad, distancia y ritmo cardíaco. Con sólo ajustar la mirada, la pantalla de Solos Smart- que estarán disponibles a público en octubre con un valor de 500 dólares -desaparece y el deportista puede seguir corriendo sin apartar sus ojos de la pista.
Un camino similar siguió Nike con sus gafas Wing, diseñadas para los corredores olímpicos en conjunto con la empresa alemana Carl Zeiss, famosa por proyectos como el diseño de los instrumentos ópticos del telescopio espacial que reemplazará al Hubble en 2018. Su estructura se inspira en los tendones ultra ligeros de las aves –de hecho, pesan cuatro gramos menos que unos lentes normales- y poseen una película especial que reduce el molesto brillo de la luz ultravioleta y sólo deja pasar el espectro lumínico rojo que calma a los atletas.
La compañía también diseñó una nueva tecnología llamada AeroBlades y que consiste en cintas adhesivas que se pueden usar en varias partes del cuerpo para reducir la resistencia del viento: cada una tiene pequeñas espigas de silicona diseñadas tras cientos de pruebas con túneles de viento e impresoras 3D. Nike testeó el implemento bajo cada condición climática imaginable para Río, con el fin de asegurarse que no se despeguen bajo calor extremo o lluvia intensa. La empresa reveló que la tecnología vendrá integrada en los uniformes de su nueva línea AeroSwift.
Las malas condiciones higiénicas de las playas donde se realizarán algunas competencias obligaron a la creación de otro tipo de indumentarias. Por ejemplo, las aguas de la bahía de Guanabara, donde se harán las pruebas de vela, reciben cada día 90 toneladas de residuos sin tratamiento que son derramados directamente por las casas colindantes. Incluso, en las cercanías de ese lugar científicos brasileños detectaron la presencia de una “super bacteria” resistente a los antibióticos. Por eso, remeros de Nigeria y Estados Unidos usarán un traje especial diseñado por ingenieros textiles de la Universidad de Filadelfia que repele el agua y, además, tiene una cobertura antimicrobial.
