Alemania ha implementado la ley NetzDG en la que se castigará a las redes sociales que no eliminen los mensajes de odio. Esta ley fue propuesta a principios del 2017, cuando el Ministerio de Justicia alemán pensó en multar hasta por € 50 millones (USD 62 millones) a empresas como Twitter, Snapchat, Instagram o Facebook si fallaban en bajar contenido que incitara al odio.
A esta lista, pueden agregarse otras redes como: Reddit, VK, Tumblr e incluso servicios de mensajería como WhatsApp. Aunque de ella se excluyen expresamente redes profesionales como LinkedIn y Xing.
La normativa es el intento más ambicioso de una democracia occidental para controlar lo que aparece en las redes sociales y busca garantizar el cumplimiento en Internet de las duras prohibiciones alemanas contra el discurso del odio, incluida la ideología pronazi.
Esta ley fue aprobada en 2017 y comenzó un periodo de transición que finalizó al entrar en vigencia en 2018. La primera víctima notable ha sido Beatrix von Storch, vicepresidente del partido político alemán de extrema derecha, quien fue suspendida en Twitter luego de lanzar un mensaje contra los musulmanes.
De acuerdo con la ley, las redes sociales tienen un máximo de 24 horas para eliminar el contenido luego de haber recibido el reporte, aunque en algunos casos el periodo podrá extenderse hasta por siete días.
Políticos alemanes que están formando un nuevo gobierno dijeron que quieren añadir una enmienda para ayudar a que los usuarios de la web puedan conseguir que se restaure el material borrado de manera incorrecta.
Los legisladores pretenden también que las redes sociales establezcan un organismo independiente para revisar y responder a los reportes de contenido ofensivo del público, en lugar de que sean las compañías las que lo hagan por su cuenta.
Los cambios propuestos llegan tras las críticas planteadas por opositores a la ley, incluidos defensores de la libertad de expresión y la Asociación de Periodistas Alemanes, que sostienen que la amenaza de grandes multas está llevando a las empresas de Internet a inclinarse por el lado de la cautela, bloqueando más contenido del necesario.
Además, también se señaló la posibilidad de que las personas que publiquen determinado contenido pueden quedar libres de castigo si el contenido que publica no implica una obligatoria comunicación a las autoridades, como la amenaza de cometer un acto violento o la publicación de pornografía infantil. En todo caso, las empresas están obligadas a elaborar un informe anual que detalle cuántas fueron publicaciones han eliminado y por qué.
Richard Allan, vicepresidente de Facebook para política pública en Europa, Oriente Medio y África remarcó que “Facebook revisa con cuidado cada reporte de NetzDG y cuenta con asesoramiento legal donde es necesario. Cuando nuestros expertos legales nos lo aconsejan, seguimos su evaluación para poder cumplir nuestras obligaciones legales”.