En términos de contaminación tecnológica, el uso de productos y servicios tecnológicos también tienen algún tipo de impacto sobre el medio ambiente. Estas prácticas contribuyen al calentamiento global y el cambio climático dado que la utilización de las herramientas digitales y aparatos electrónicos son importantes generadores de dióxido de carbono.
Ante este escenario resulta imprescindible reducir o limitar el uso de las herramientas digitales y aparatos electrónicos, para buscar un equilibrio entre el avance tecnológico y el cuidado del medio ambiente. En el ámbito corporativo se observa cómo las empresas, impulsadas por el recambio tecnológico, se han reorganizado en función de una mirada más sustentable.
Cada vez más empresas están adoptando la filosofía Green IT (Tecnologías Verdes), conscientes de que el cambio climático y otros problemas ambientales impactan en todas las áreas de nuestra vida. A raíz de ello, están tomando iniciativas para reducir la huella de carbono, debido a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
Ante este escenario PC Discount acompañó a GlobalLogic a compensar la huella que dejan sus actividades. Esta acción se realizó gracias al programa de recuperación de hectáreas de bosques nativos en Argentina que impulsa Banco de Bosques y con quienes la compañía tiene una alianza estratégica hace más de 2 años.
El resultado: se logró compensar el impacto ambiental, producto de sus actividades durante el período abril 2021 a marzo 2022 (que fue de 1200 tn de Co2), salvando 33.534 m2 de bosques nativos en peligro de extinción, pertenecientes a los proyectos Curvas del Urugua-i y Araucarias 1 y 2, de la Provincia de Misiones, Argentina. Con un saldo positivo, la compañía logró compensar más toneladas de carbono de las que emitieron.
“Nos llena felicidad ver el éxito del sistema de pequeñas contribuciones (donantes que no son necesariamente donantes millonarios sino personas comunes, empresas y pymes en su mayoría argentinas), donaciones de m2 de bosques en peligro crítico. Que todo el mundo sepa que puede salvar una porción concreta, medible, palpable y real, de un bosque como este, algunos donantes han venido a ver y tocar y caminar dentro del bosque salvado por ellos mismos. Cada m2 cuenta y no hay medida a la hora de salvar nuestros últimos bosques nativos” declaró Emiliano Ezcurra, director Ejecutivo de Banco de Bosques.
En este caso se trata de una chacra ubicada en el interior misionero sobre la frontera con Brasil. Esta propiedad, que ya había sufrido desmontes, pertenece a un sector de la selva con presencia de araucarias en estado natural (no plantadas). Se trata de la especie araucaria agustifolia que es pariente de la araucaria patagónica (araucaria araucana) distante a miles de kilómetros.
“La ciencia es contundente respecto de la criticidad de este tipo de ambiente, selva misionera con araucarias en estado natural quedan menos de 1500 hectáreas. Esta trinchera de la biodiversidad argentina se pelea m2 a m2”, enfatiza Ezcurra.
Al respecto, Alberto Esswein, presidente de PC Discount, comenta que “incluso las pequeñas acciones pueden tener un gran impacto ambiental. La huella de carbono es «la herramienta» que nos permite saber cómo es ése impacto. Y si bien a nivel individual podemos reducirla, las empresas y organizaciones tenemos un papel sustancial al ser agentes sociales imprescindibles para impulsar el cambio y el desarrollo de la economía circular”.
En relación a las medidas que se pueden implementar, el ejecutivo hace referencia a un cambio en la gestión de los altos ejecutivos, quiénes pueden fomentar la conciencia ambiental entre sus colaboradores, alentandolos a incorporar la sostenibilidad y las estrategias de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en sus actividades diarias.
“Esta nueva forma de invertir en tecnología amigable con el medio ambiente demuestra que las empresas pueden contribuir no sólo a lograr una sociedad más sostenible de varias maneras, por ejemplo, estableciendo objetivos en las áreas de desarrollo de productos y servicios ambientalmente responsables. Reducir y compensar la huella de carbono de las intervenciones diarias y limitar el consumo de los recursos también nos ayuda a ser más respetuosos con el entorno y con nosotros mismos”, concluye Esswein.