En el pasado reciento, hemos atestiguado cambios significativos en la forma en que trabajamos. Millones de personas realizan sus labores diarias bajo la modalidad del trabajo remoto, accediendo a sistemas y datos a través de conexiones digitales.
De acuerdo con una encuesta de la consultora JLL, la tasa de presencialidad en México ronda el 31%, mientras que el resto se reparte entre los distintos modelos de jornada híbrida. No obstante, este cambio ha traído consigo una serie de situaciones, y una de las más urgentes es la ciberseguridad.
El ransomware o secuestro de datos es el formato de ciberataque que más activo se está mostrando a nivel global, y consiste en secuestrar y bloquear archivos a través de encriptación que se “liberarán» ante el pago de un rescate.
Si se considera que los colaboradores hoy trabajan desde cualquier lugar del mundo, es cada vez más importante que las estrategias de seguridad cibernética en las empresas estén enfocadas en proteger cada uno de los puntos de acceso a la red, estén donde estén, con el fin de proteger los datos, que son el activo más valioso de cualquier empresa.
La respuesta radica en una estrategia integral de ciberseguridad que aborde todos los aspectos de la infraestructura y el comportamiento humano. El trabajo remoto es un modelo que ha aportado numerosos beneficios a las empresas, desde una mayor productividad hasta niveles de lealtad más altos por parte de los trabajadores.
Una adecuada estrategia de ciberseguridad con foco en estos usuarios es imprescindible para seguir disfrutando de esas ventajas, minimizando los riesgos que generan los ciberataques, en especial los de ransomware.
Hoy los ciberdelincuentes están aprovechándose de conexiones no seguras o dispositivos mal protegidos para infiltrarse en los sistemas empresariales y robar información confidencial, desde información financiera hasta propiedad intelectual, por lo que protegerla debe ser una prioridad absoluta.
Por Pablo Dubois, regional security product manager de Cirion Technologies