La ventaja competitiva de las empresas ahora se define por su capacidad para interpretar con precisión a su talento. Las compañías toman decisiones críticas con información incompleta y el costo es evidente. Un desajuste entre persona y puesto reduce la productividad hasta en un 15%, eleva la posibilidad de rotación 45% y provoca pérdidas acumuladas por reemplazo, curva de aprendizaje y fuga de conocimiento.
Fleet impulsa un cambio profundo en la forma en la que los negocios interpretan, desarrollan y retienen a su gente. Durante años, las organizaciones han invertido millones en sistemas financieros capaces de anticipar riesgos con exactitud; sin embargo, en el área que sostiene los resultados, el talento humano, operan con una venda en los ojos y métricas incompletas.
“Las empresas toman decisiones estratégicas sobre su gente con una visión limitada. Esa falta de claridad afecta al desempeño, ingresos y estabilidad operativa. RRHH dejó de ser simple administración y se convirtió en un centro de inteligencia que anticipa riesgos y alinea habilidades al contar con datos confiables”, explica Leopoldo Ocaña, Co-Founder y CEO de Fleet.
El análisis de más de 200,000 perfiles realizado por Fleet confirma esta brecha. Entre 2023 y 2025, se registró un retroceso de 7 puntos sobre 100 en competencias clave como liderazgo, ejecución, gestión emocional y toma de decisiones. Esta caída coincide con el desgaste provocado por la etapa post-pandemia y el incremento del burnout en entornos corporativos.
Otro descubrimiento importante de Fleet es la existencia de una disparidad entre juicio y acción. Miles de personas destacan por su pensamiento crítico, aunque esa fortaleza no siempre se traduce en acción. Sólo el 6% de colaboradores alcanza niveles altos de rendimiento, mientras que 22% presenta habilidades sólidas de juicio.
Ocaña explica cuáles son las consecuencias. “Un equipo puede tener talento brillante, pero si la persona no está en el puesto adecuado, esa fortaleza no se traduce en resultados. Esta diferencia alimenta la frustración, incrementa la rotación y reduce la competitividad”.
Esta claridad transforma decisiones que antes eran reactivas en estrategias sólidas alineadas a la cultura y a la visión del negocio.
Fuente: Fleet








