Intel designa a Gisselle Ruiz Lanza, directora general para América Latina. Este es un nuevo cargo creado a partir de la reestructuración que ha llevado a cabo la compañía dada la importancia que ha asumido el continente americano en el sector de tecnología.
En este rol, Ruiz Lanza reportará directamente a Greg Ernst, vicepresidente corporativo de ventas, marketing & comunicación y gerente general para las Américas.
«Nuestro foco es escuchar a nuestros clientes y responder positivamente para colaborar con ellos en la solución de los mayores retos de nuestras sociedades, enriqueciendo así la vida de todas las personas del planeta. Latinoamérica es una región diversificada y presenta oportunidades únicas para nuestro crecimiento».
Gisselle Ruiz Lanza
“Estoy muy contenta de asumir este nuevo desafío en Intel. Estamos aprovechando nuestros principales puntos fuertes para expandir los mercados tradicionales y revolucionar los nuevos, un ejemplo es que 2021 fue el mejor año que hemos visto en la última década para o sector de PC, con una tasa de crecimiento de 25% en la región. Los semiconductores son la columna vertebral de la economía global y están impulsando la transformación de casi todas las industrias. Continuamos a ver una demanda robusta en todos nuestros negocios debido a la digitalización de todo”, afirmó Gisselle.
Gisselle ocupaba el cargo de directora general para Brasil desde 2019, y anteriormente era responsable por los negocios de retail y consumo. Con más de 25 años de experiencia, su carrera incluye roles en Argentina y México, donde se desempeñó en diversas áreas como ventas al consumidor, marketing y desarrollo de canales. Hace más de 15 años se mudó a Brasil donde vive con sus dos hijos y su esposo. Gisselle es una apasionada de los deportes. También es co-chair del Consejo de Mujeres Ejecutivas de Intel América Latina (iNEW), un programa de Intel que fomenta la diversidad y la inclusión, promoviendo el tema dentro y fuera de la compañía.
Su liderazgo al frente de Intel Brasil estuvo marcado por la aceleración de la transformación digital y el crecimiento de la operación de la empresa en el país, que duplicó su tamaño en los últimos dos años, posicionando a Brasil entre los tres principales mercados de Intel en la región.