En México se desperdicia un enorme potencial de talento de las mujeres a pesar de que estudios internacionales afirman que igualar la participación femenina con la masculina podría incrementar el PIB per cápita en un 22%, por lo que se necesitan políticas corporativas que ofrezcan flexibilidad y faciliten el equilibrio entre trabajo y vida personal.
Como medidas efectivas para superar el techo de cristal y el piso pegajoso que limitan su avance profesional, son parte de las conclusiones a que llegaron quienes participaron en el panel «El tiempo de las mujeres en las empresas», en el marco del Nearshoring Talks 2024 organizado por Coparmex Ciudad de México.
María del Carmen Martínez Richa, directora de Credit Analyst en Moody’s, subrayó los beneficios económicos y sociales de la inclusión de la mujer en la fuerza laboral con los datos del Banco Mundial sobre el incremento del PIB per cápita y también enfatizó la importancia de la inclusión financiera, al señalar que el acceso a productos y servicios financieros permite a las mujeres una mayor autonomía y resiliencia económica.
“Aunque la inclusión financiera ha mejorado, todavía estamos lejos de alcanzar la paridad con los hombres en términos de cuentas bancarias, créditos y seguros”, indicó Martínez.
La lideresa empresarial resaltó las iniciativas internas de Moody’s para fomentar la diversidad y la inclusión a través de grupos de recursos empresariales, al narrar la creación de dichos grupos en México, destinados a sensibilizar y promover la participación equitativa dentro de la empresa. “La diversidad en el equipo potencia las contribuciones y avances, y como líderes debemos estar conscientes y promover esta diversidad desde el reclutamiento hasta la integración diaria en nuestros equipos”, concluyó.
En este panel donde se reafirmó el compromiso de las empresas en promover la igualdad de género, reconociendo que los beneficios se extienden a toda la sociedad, Sofía Ramírez, directora de México, ¿cómo vamos?, respaldó la necesidad de aumentar la representación femenina en posiciones de liderazgo empresarial porque a pesar de que constituyen más del 50% de la población, solo una de cada diez personas en juntas directivas son mujeres, y aún menos presiden estas juntas.
Este desbalance, dijo, desperdicia un enorme potencial de talento y abogó por políticas corporativas que ofrezcan flexibilidad y faciliten el equilibrio entre trabajo y vida personal, como medidas efectivas para superar el techo de cristal y el piso pegajoso que limitan el avance profesional de las mujeres.
Las participantes en el foro destacaron que la familia y la educación han podido desarrollar una carrera diversificada en el sector público, privado y social, donde la embajadora Dramaretska subrayó que más allá de las leyes, es fundamental transformar las actitudes y percepciones de la sociedad para alcanzar una paridad real.
Fuente: Coparmex