El cryptojacking o minado oculto es el uso no autorizado de un dispositivo inteligente para minar criptomonedas. Según el último informe de amenazas a la seguridad en Internet de Symantec, este delito ha crecido exponencialmente en el último tiempo, creando un nuevo flujo de ingresos altamente rentable, conforme el mercado de ransomware se vuelve costoso y saturado.
Mike Fey, presidente y director de Operaciones de Symantec sostuvo que “El cryptojacking es una creciente amenaza para la seguridad cibernética y personal. El enorme incentivo económico de estas amenazas pone a las personas, a los dispositivos y a las organizaciones en riesgo de que mineros de criptomonedas no autorizados, extraigan recursos y capacidad de sus sistemas, facilitando aún más a estos criminales para que se infiltren en todo tipo de lugares, desde computadoras personales caseras hasta gigantescos centros de datos”.
Durante 2017 hubo un aumento alarmante en los valores de las criptomonedas, lo que desató la fiebre por el cryptojacking, en la que los cibercriminales intentan sacar ganancias en un mercado volátil. Las detecciones de mineros no autorizados en computadoras se incrementaron en 8500%.
Por su parte, Kevin Haley, director de Symantec Security Response explicó que “Estos mineros no autorizados pueden hacer más lentos los dispositivos, sobrecalentar baterías y, en algunos casos, hacer que los dispositivos ya no funcionen. Para las organizaciones empresariales, estos mineros ilegales pueden poner a las redes corporativas en riesgo de apagarse e inflar el uso de CPU en la nube, generando un mayor costo”.
En informe descubrió un incremento de 600% en ataques generalizados al IoT en 2017, lo cual significa que los cibercriminales podrían explotar la conectividad de estos dispositivos para minar en forma masiva. El número de grupos de ataques dirigidos está en alza, Symantec ya rastrea a 140 grupos organizados. El año pasado, 71% de todos los ataques iniciaron con spear phishing para infectar a sus víctimas.