El ranking internacional ICCA señala que la Ciudad de Buenos Aires ocupa el puesto 21ro. a nivel mundial, por encima de Nueva York, Río de Janeiro, San Pablo, México, Milán, Shanghái, Sydney, Tokyo, Washington, Vancouver.
El ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, le da vueltas a qué acciones tiene a la mano desde su cartera para mostrar resultados lo antes posible en el balance de divisas, pero sobre todo en el mandato que recibió su área de las Naciones Unidas y del Foro Mundial de Ministros de Turismo de la OMT (Organización Mundial de Turismo) de constituirse en herramienta para exterminar la pobreza. “Va en directa consonancia con el objetivo de pobreza cero que se ha planteado nuestro gobierno nacional”, acaba de señalar en la jornada de inauguración del Encuentro Federal de Calidad y Formación para el Turismo Sustentable, que se desarrolló en la capital cordobesa, donde se desempeñó como titular de la Agencia Córdoba Turismo desde 2011, designado pese a su origen radical por José Manuel de la Sota y luego ratificado por Juan Carlos Schiaretti, ambos peronistas.
Santos dispone, juntando los fondos de su cartera con los de gobiernos provinciales más el financiamiento internacional, de $ 11.544 millones que deberá administrar hasta el término del actual período presidencial. Pero también según lo que haga la Casa Rosada se activarán o demorarán otros $ 10.719 millones que provienen del mundo de las empresas, sobre todo del rubro hotelería (con 89 nuevos edificios en construcción por $ 4.780 millones) y transporte de larga distancia (con más de $ 2.000 millones). Figuran asimismo en carpeta complejos termales (unos $ 1.500 millones) y los centros de esquí ($ 1.200 millones), según una descripción publicada en el diario La Nación.
La meta a la que aspira el ministro para 2019 es sumar 3 millones de nuevos visitantes al turismo receptivo, con los que podría terminar el presente ciclo con un movimiento de nueve millones.
Fanático de Joaquín Sabina y en alguna época poeta, a Santos le repiquetea un estribillo del cantautor español “En Buenos Aires tengo más de lo que quiero/ pero lo que quiero nadie me lo da”, y apunta a destinar recursos a la calidad del servicio con capacitación a la mano de obra que lo prestará.
El renglón corporativo ha tenido y tendrá un rol relevante en la atracción de turistas con buen poder adquisitivo, sobre todo desde la Ciudad de Buenos Aires, que lidera en América por séptimo año consecutivo el Turismo de Congresos. En 2015 se celebraron 82 eventos internacionales. De ahí que se proyecte invertir, pero a nivel nacional, $ 1.116 millones en centros de convenciones. De todos modos, la capital federal se erige en la ciudad Nº1 más elegida para celebrar congresos y convenciones, según el ranking 2015 de la International Congress and Convention Association (ICCA).
Además de ser uno de los 25 destinos turísticos más destacados del mundo y el Nº1 de Latinoamérica, según los Traveler’s Choice Awards; representa también una de las ciudades con mejor infraestructura y la séptima mejor ciudad para los negocios en América Latina, de acuerdo con la revista América Economía, Buenos Aires.
El año pasado, al reducirse la cantidad de congresos y convenciones organizados, Lima (Perú) compartió el primer lugar entre las ciudades americanas exportadoras del metier. Les siguieron Vancouver (Canadá) y San Pablo (Brasil), donde se celebraron 78 eventos, y Montreal (Canadá), con 76 eventos, Santiago de Chile (Chile), con 68, y Río de Janeiro (Brasil), con 65.
Pero Andy Freire, ministro de Modernización, Innovación y Tecnología y presidente del Ente de Turismo de la Ciudad, igual es optimista: “Hay que tener en cuenta que, a partir de 2017, la ciudad contará con un nuevo Centro de Convenciones y Exposiciones, con capacidad para 5000 personas y diseñado de acuerdo con los estándares de la arquitectura sustentable, que ampliará la infraestructura local y hará a Buenos Aires más atractiva para la realización de grandes eventos”.
En refuerzo de la infraestructura receptiva, se sumarán 89 hoteles nuevos, aunque en todo el territorio nacional, con una inversión de $ 4.780 millones. Marriott, Hilton, NH, Hyatt e Iberostar son algunas de las cadenas con planes para el mercado local.
El ranking internacional ICCA señala 11 destinos argentinos con más de 5 congresos internacionales al año, con la Ciudad de Buenos Aires a la cabeza, que ocupa el puesto 21° a nivel mundial, por encima de ciudades como Nueva York, Río de Janeiro, San Pablo, México, Milán, Shanghái, Sydney, Tokyo, Washington, Vancouver y vuelve a consolidarla como la primera entre las ciudades de todo el continente americano en cuanto a congresos internacionales realizados.
En el 2do. lugar de los destinos argentinos se ubicaba Mendoza; Córdoba 3ra. y Rosario 4ta. Le siguen La Plata, Mar del Plata, Bariloche, Pilar, Puerto Iguazú, Salta, San Miguel de Tucumán y Santa Fe. También se destacan, a pesar de haber quedado a las puertas del ranking ICCA, destinos como Concordia, Corrientes, Esquel, Neuquén, Paraná, Puerto Madryn, Resistencia, San Juan, San Luis, San Rafael, San Salvador de Jujuy y Termas de Rio Hondo.
Con la “avalancha de dólares” esperando lo que suceda con el rumbo de ajustes impreso por el gobierno de Macri como reforma, sobre todo en lo político y social, el turismo es una carta más que importante, por tratarse de una industria que mueve $ 139.100 millones por año (el último dato oficial es de 2014), 4,3 veces más que lo que se gasta en shoppings del Gran Buenos Aires y algo menor que las ventas en supermercados ($ 180.837 millones), según datos del Ministerio de Turismo que consigna La Nación.
Un dato significativo en el que repara fundamentalmente la conducción de la cartera nacional es que el sector emplea a más de un millón de personas (el 5,4% del total en el país) y representa entre el 3% y 7% del PBI, según las actividades que se incorporen.
Que la balanza turística haya sido deficitaria en US$ 1300 millones a diciembre de 2015 era más un dolor de cabeza para la administración de cepos de Cristina y Axel Kicillof, que para una concepción de economía abierta que preconiza el gobierno de Mauricio Macri.
