La UIT resalta que las instituciones como la Anatel y el Ministerio de Comunicaciones tienen una mentalidad de economía digital, por lo que lideran programas, proyectos y acciones para su crecimiento.
Una serie de iniciativas, programas, políticas públicas, planes estratégicos y regulaciones recientes en materia digital han colocado a Brasil como un ejemplo en el camino de la transformación digital, destaca un estudio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
El documento señala “Las estructuras gubernamentales maduras de Brasil brindan un mandato claro para que las diferentes agencias gubernamentales trabajen para permitir la transformación digital”, con el Ministerio de Comunicaciones, el Ministerio de Economía y la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) liderando el proceso.
El informe del brazo telco de las Naciones Unidas hace una revisión de los avances del país sudamericano en la materia, y resalta algunas lecciones que pueden aprender otras naciones de América Latina:
1. Tener una mentalidad de economía digital: En primer lugar, el estudio destaca que las instituciones brasileñas han comprendido la necesidad de tener políticas digitales y regulaciones sólidas, holísticas e intersectoriales, y, por tanto, tienen una mentalidad a favor de la economía digital.
Lo anterior ha influido en que Brasil se ha convertido en una de las naciones más avanzadas de la región en términos de marcos regulatorios para el sector TIC y de telecomunicaciones.
El país creó una estrategia digital nacional que contempla no sólo al sector de telecomunicaciones sino también a otros que son clave para la economía, como la educación y la agricultura. También ha diseñado principios de política pública, y ha modernizado sus normativas de acuerdo con la evolución tecnológica. Destacado: 22% de las grandes ciudades en Brasil tiene una estrategia de transformación digital
2. Colaboración y liderazgo: Otra de las lecciones que señala la UIT es que “la colaboración entre entidades gubernamentales es un factor clave para que Brasil logre una economía digital vibrante”, pues la transformación digital requiere esfuerzos conjuntos que involucren a diferentes instancias de gobierno.
La colaboración “ha sido fundamental para alcanzar una madurez avanzada de los marcos legales y regulatorios para la transformación digital. La Anatel ha jugado un papel activo en la construcción de sinergias en todos los ámbitos”; por ejemplo, en acciones contra los delitos y riesgos cibernéticos y el despliegue de 5G.
3. Reducción de barreras a la infraestructura: El organismo internacional resalta, además, que Brasil redujo las barreras al despliegue de infraestructura de telecomunicaciones. La aprobación de una ley de antenas y el trabajo de acompañamiento de la Anatel ha incentivado a las ciudades y municipios a modernizar su regulación, con el fin de eliminar las barreras a la instalación de infraestructura.
4. Subasta 5G no recaudatoria: Brasil optó por una subasta de espectro 5G no recaudatoria en lugar de maximizar los ingresos para las arcas del Estado: eso, de acuerdo con la UIT, fue un gran acierto para promover la implementación de esta tecnología. En lugar de un precio alto por el recurso radioeléctrico, se fijaron compromisos de inversión para los adjudicatarios.
“La fijación de precios del espectro orientada a los costos para nuevas tecnologías permite a los actores del mercado aprovechar sus recursos para inversiones en infraestructura. Tales inversiones traerían conectividad a regiones desfavorecidas y resultarán en más economía y más beneficios para la gente”, señala el informe.
5. Enfoque en IA e IoT: Otro de los avances de Brasil en materia de transformación digital es el foco que ha puesto en el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) y el Internet de las cosas (IoT). El análisis de la Unión Internacional de Telecomunicaciones destaca que el gobierno ya tiene estrategias en la materia.
Su estrategia contempla la regulación, legislación, gobernanza y colaboración entre múltiples sectores, con el fin de propiciar el aprovechamiento de estas tecnologías sin dejar de lado las implicaciones éticas y mitigar posibles riesgos. Además, el país va más adelantado respecto al resto de la región en el desarrollo de un marco regulatorio.
A pesar de los avances y logros resaltados por la UIT, el organismo advierte que Brasil aún tiene áreas de oportunidad en las que trabajar. Especialmente, “la inversión en infraestructura continúa siendo un factor importante en la transformación digital, especialmente considerando el tamaño del territorio de Brasil y el costo significativo de lograr la conectividad universal”.