Las PyMEs representan el verdadero músculo económico de México, generan el 52% del PIB y aportan más del 68% del empleo nacional, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía. Sin embargo, cuando se trata de insertarse en el comercio internacional, su presencia sigue siendo menor con respecto a su potencial.
Si bien nueve de cada diez empresas en México son pequeñas o medianas, la realidad es que solo el 15% participa activamente en la exportación. Aunque la complejidad de los pagos transfronterizos representa una barrera significativa, es importante reconocer que este factor forma parte de una cadena más amplia de obstáculos macrofinancieros que limitan la masificación de los procesos de exportación en las PYMES mexicanas.
El Reporte Borderless Payments 2023 de Mastercard confirma esta tendencia, el 75% de las PyMEs que digitalizaron sus pagos internacionales mejoraron su desempeño comercial y financiero. En contextos donde cada minuto cuenta, poder efectuar pagos en cuestión de minutos y sin fricciones puede marcar la diferencia entre ganar o perder una oportunidad de negocio.
“Cuando una empresa puede pagar a un proveedor en otro país de forma instantánea, aprovecha mejor su liquidez y mantiene relaciones comerciales más saludables. Eso, para una PyME, puede significar continuidad operativa y expansión”, puntualiza Omar.
“Las ineficiencias en los pagos internacionales no solo generan costos ocultos; también limitan la liquidez y frenan la capacidad operativa de las empresas. A nivel país, es una barrera para fortalecer nuestra presencia global”, explica Omar Correa, Director de expansión de Cobre.
Las PyMEs mexicanas enfrentan un escenario contradictorio: tienen el talento y la capacidad productiva, pero carecen de herramientas financieras modernas. Desde Cobre, identifican que las empresas que adoptan soluciones de pagos transfronterizos más eficientes logran mejoras significativas.
Fuente: Cobre