“La participación de Macri en la Cumbre presidencial de la Alianza tiene un contenido simbólico y político. Pretende que sirva como escenario de la nueva política exterior, alejada de la Unasur y la Celac, y de contenido neoliberal”, señaló Leandro Morgenfeld, investigador del CONICET y referencia ineludible en cuanto a las relaciones entre los países latinoamericanos, y entre estos y Estados Unidos.
Morgenfeld consideró que Macri “ve la asociación regional como un mecanismo para atraer inversiones de los países centrales -dar ‘confianza’ y ‘seguridad jurídica’- y avanzar en la firma de Tratados de Libre Comercio. El gobierno argentino pretende flexibilizar el Mercosur y avanzar hacia un bloque regional más ‘abierto’”.
Consultado sobre qué es la Alianza del Pacífico, reseñó que “surge en 2011, impulsada por el entonces presidente del Perú, Alan García, y tiene como fundadores y miembros plenos a Perú, Colombia, Chile y México”. Al respecto, agregó que “hoy cuenta con más de 40 países observadores, y Argentina acaba de sumarse a esa lista”.
“Originalmente se planteó como un espacio para contrarrestar la influencia bolivariana y el peso determinante del Mercosur”, opinó el docente, que ubicó esta nueva política exterior argentina en consonancia con la búsqueda de Estados Unidos “de recuperar el control pleno de América Latina y el Caribe luego de una década de relativo declive de su hegemonía regional”.
En ese sentido, apuntó que “tanto la Alianza del Pacífico como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica son complementarios y funcionales a los intereses de la Casa Blanca”.
Según Morgenfeld, Washington “busca reducir lo más posible las instituciones regionales en las que no participa, como la Unasur y la Celac, y reposicionar a la OEA, a la vez que insiste con tratados económicos que benefician a sus grandes empresas”.
“Obama, con Macri, encontró un aliado para atacar a los países bolivarianos y para llevar al Mercosur hacia la orientación neoliberal que supo tener en los años noventa. La política de Estados Unidos se enmarca en la vieja estrategia de ‘divide y reinarás’. Antes de negociar con el bloque de los 33 países de América Latina y el Caribe (reunidos en la Celac), procura hacerlo con cada uno por separado, o con sub-bloques que muestran una clara impronta neoliberal. Eso es la Alianza del Pacífico. Y por eso Washington celebra su avance, en detrimento del Mercosur, la Unasur o la Celac”, remató.