El Toyota Auris ha cobrado vigencia con más equipamiento y una revisión de su gama mecánica en la que se ha incluido un nuevo motor de gasolina de 1,2 litros, que rinde una potencia de 116 CV, y otro diésel de 1,6 litros de 112 CV que se une al otro bloque de gasóleo de 1,4 litros de 90 CV y a la versión híbrida de 136 CV. Las cajas de cambios son manuales de seis relaciones, salvo en el Auris hybrid, que monta una transmisión automática e-CVT.
Por fuera, la citada renovación ha conseguido aumentar la sensación de anchura, gracias al rediseño del frontal y la trasera junto a los paragolpes. Las ópticas pueden incluir diodos Led para todas las funciones y los pilotos también usan esta tecnología de alumbrado. En el interior, la calidad percibida es mayor por las molduras empleadas de distintos acabados y la consola central reconfigura algunos mandos como los de la climatización, incluyendo una pantalla táctil de 7 pulgadas para el sistema multimedia que parece flotar en el salpicadero. Asimismo, los tapizados se han renovado y el panel de instrumentos aparece más sofisticado y completo gracias a otra pantalla entre los dos relojes.
Dentro del catálogo, nosotros hemos tenido la oportunidad de probar la versión híbrida, que combina un motor de gasolina con otro eléctrico en el formato familiar Touring Sports. Conviene decir que la variante hybrid acapara la mayor parte de las ventas del Auris y es el vehículo con este tipo de motor más vendido en Europa.
Aprovechando la puesta al día, el Auris hybrid también ha experimentado cambios para bajar su consumo hasta los 3,5 litros de media, manteniendo el motor térmico de gasolina de 1,8 litros junto a otro propulsor eléctrico, con una potencia conjunta de 136 CV. La punta de velocidad es de 180 km/h y la aceleración desde parado hasta los 100 km/h es de 10,9 segundos. Otro cambio reseñable, más reciente, es que la marca ha mejorado aún más esta interesante combinación mecánica con un software que ofrece más naturalidad en la respuesta al acelerador, lo que redunda en un mayor agrado de conducción.
En marcha, el Auris hybrid se maneja como cualquier automático, arrancando en modo eléctrico y por lo tanto sin ruidos. Un calculador gestiona el funcionamiento de los dos motores, los cuales se combinan en caso de necesitar mayor aceleración. En ese sentido, el conductor puede elegir varios modos de marcha, desde uno que premia las prestaciones, hasta otro que prioriza el motor eléctrico, momento en el que se pueden hacer varios kilómetros sin gastar una gota de combustible y siempre que los acumuladores estén cargados. Como no hace falta enchufarlo, la recarga de las baterías proviene del motor térmico y también de la energía que se produce en las frenadas. Esto es una ventaja porque las pastillas de los frenos se gastan menos (en el selector de marchas hay una posición ´B´ en la que se produce más energía al frenar y por tanto se retiene más).
El resultado de tanta tecnología en forma de ahorro es notable, aunque hay que aprender a manejarlo para saber aprovechar sus inercias y así acercarnos a la media homologada de 3,5 litros por cada 100 km. En todo caso, los consumos nos han parecido muy bajos para un vehículo de 4,60 metros de largo y 1.410 kg de peso.
En el equipamiento hay otra novedad en los menús del sistema multimedia ´Toyota Touch 2´ y se ha mejorado el acceso al portal en línea para los clientes del soporte ´My Toyota´. Además, ocupa un lugar destacado el ´Toyota Safety Sense´, que reconoce señales de tráfico, avisa de un cambio involuntario de carril, indica una posible colisión (incluso frena el coche si el conductor no actúa) y adapta el haz de las luces según las condiciones de la vía. Además, el nuevo Auris monta elementos como la ayuda al arranque en pendiente, cámara de visión trasera, programador de velocidad, ordenador de viaje, climatizador, sistema de arranque y parada del motor, llantas de 16 pulgadas o manos libres Bluetooth, entre otros.
