En los últimos años, la transformación tecnológica bancaria fue crucial para lograr la digitalización en los sistemas de pago a nivel mundial. En Argentina, donde hay más de 59 millones de teléfonos inteligentes activos y habilitados para NFC, un informe reciente de la Cámara Argentina Fintech destaca también que hay más de 38,5 millones de cuentas virtuales (CVU).
Por otro lado, Digital Banking Report también destaca que hasta el 75% de las instituciones financieras de la región ya están utilizando inteligencia artificial, datos y analíticas para orientar sus pasos futuros en la atención al usuario.
Como consecuencia, tanto las Fintech como los bancos tradicionales actuales se muestran más dispuestos a optimizar progresivamente su uso de las distintas tecnologías dentro del mercado, incluidas la IA y el machine learning, para mejorar la experiencia del cliente de forma significativa.
En este contexto, la banca conversacional representa para las diversas instituciones financieras la posibilidad de ofrecer experiencias de onboarding, atención y soporte mucho más eficaces y a la vez más creativas y atractivas. Por su parte, para los clientes, significa la oportunidad de comunicarse directamente con sus entidades bancarias de forma rápida y segura.
“Cuando hablamos de banca conversacional, nos referimos a todas aquellas interacciones o comunicaciones digitales, con clientes financieros, sostenidas a través de aplicaciones de voz, de mensajería, chats en vivo, in-app, y diversas herramientas visuales de engagement. Es importante porque permiten a los bancos tener acceso a un amplio compendio de datos de los usuarios, interesantes hallazgos e información crítica que les resultará muy útil al momento de segmentar su audiencia para así comunicarse con cada cliente de forma personalizada y asertiva” explica Enrique Santa Cruz, Sales director de Infobip Latam.
Respecto al principal medio de pago, en el entorno digital, desde Minsait Payments destacan que las tarjetas son la forma de abono más usada en la región, salvo en Brasil, Colombia, Chile y Perú, donde también predominan las transferencias inmediatas. En el caso de Argentina, 48% de los usuarios prefiere utilizar la tarjeta de débito, en tanto que el 38.1% opta por la transferencia bancaria, mientras que un 32.1% elige la tarjeta de crédito para pagar sus compras en línea.
En este sentido, sea cual sea el medio de pago online preferido de los argentinos, lo que prima es la facilidad de uso, la rapidez y la seguridad. En el caso de la tarjeta de débito, lo que facilita es la universalidad de la aceptación; en tanto que, para las transferencias inmediatas, el diferencial es claramente la inmediatez. Además, estos métodos de pagos tradicionales tienden a ser más seguros y generan confianza, atributos esenciales que el consumidor valora mucho.
Fuente: Infobip