Google, Alibaba, firman acuerdos para avanzar hacia las Smart Cities

El camino hacia las Smart Cities requiere de esfuerzos que las ciudades no siempre pueden afrontar, desde recursos económicos hasta las tecnologías necesarias para que suceda. Es por ello que diferentes firmas tecnológicas han ido firmando diferentes acuerdos para que las ciudades inteligentes estén cada vez más cerca de ser una realidad.

En 2017 se firmaron 35 acuerdos entre empresas de tecnología y grandes metrópolis para trabajar conjuntamente en proyectos, frente a los ocho de 2016, según un informe de Bloomberg New Energy Finance.

A medida que los teléfonos inteligentes y las computadoras penetran cada vez más la vida cotidiana, los gobiernos estudian cómo pueden usar la tecnología para mejorar la vida en las ciudades, mientras que las empresas buscan nuevas formas de ganar dinero.

Alphabet, la empresa matriz de Google y el minorista en línea china Alibaba Group son algunas de las firmas involucradas.

Cerca de la mitad de la población mundial vive actualmente en áreas urbanas, un total de 4 mil millones de personas, y es probable que esa proporción aumente a 60% para 2030, según la Organización Mundial de la Salud.

Gordon Falconer, director global de ciudades inteligentes de Schneider Electric SE remarcó que “Hoy no existe una ciudad inteligente, pero hay ciudades como Ámsterdam, Barcelona y Singapur que han elaborado una estrategia para seguir mejorando y que están muy avanzadas en el proceso”.

Las ciudades más grandes del mundo tienen la mayoría de los empleos, y a medida que más personas se mudan para mejorar su propia suerte, se van concentrando en espacios más pequeños. El transporte está surgiendo como un importante punto de fricción que contribuye tanto a la congestión como a la contaminación.

Ed Manley, profesor del programa de ciudades inteligentes y análisis urbano de University College London destacó que “Cuando tenemos congestión, cuando tenemos perturbación, estas interfieren en la capacidad de las ciudades y los países para aprovechar el talento que tienen. El transporte es fundamental para gran parte de lo que hacemos”.

A fines de 2017 había 600 millones de usuarios en aplicaciones de transporte como Uber y Lyft, según el informe. Ese servicio no existía hace unos años. Por otro lado, los Emiratos Árabes Unidos anunciaron que comprarán a Tesla 200 automóviles con software de piloto automático. Una cuarta parte de ellos se destinará a un servicio de taxi autónomo.

Cisco Systems, por su parte, está trabajando con nueve ciudades en tres continentes, desde Las Vegas hasta Astaná, capital de Kazajstán. La empresa está haciendo cálculos para tratar de reducir los embotellamientos que mantienen a millones de personas atrapadas en el tráfico durante horas todos los días. También ha desarrollado vías conectadas, que recopilan datos sobre el tráfico para las autoridades que trabajan para mejorar el flujo y las condiciones de conducción.

Las ciudades inteligentes son con frecuencia empresas multimillonarias. Arabia Saudita anunció recientemente un plan para construir una ciudad completamente nueva a la que llamará NEOM, que según dijo estará completamente alimentada por energía renovable y contará con drones y vehículos autónomos a un costo de US$ 500,000 millones.

Alphabet Eligió Toronto, para un proyecto piloto en octubre. La compañía reconstruirá 4.8 hectáreas de propiedad no desarrollada frente al lago para convertirla en una nueva área comercial y residencial que también albergará la sede central de Google en Canadá. Además, está evaluando qué hacer con el espacio en términos de tecnología y diseño, y está preparando un plan para el proyecto para fin de año. Invertirá USD50 millones.

Alibaba está enfocada en la infraestructura digital para su asociación con el gobierno de Macao, en China. Está construyendo una red de transporte inteligente que vinculará el tráfico por carretera, agua y aire e instalará programas de computación en la nube para el gobierno municipal.

Claire Curry, titular de análisis de tecnologías emergentes en BNEF sostuvo que “Muchos de los proyectos que hemos visto han sido pilotos o demostraciones de cooperación en los que la empresa de tecnología ha tenido que invertir mucho más en el proyecto que si se vendiera a una empresa privada. Pero una razón para involucrarse de todos modos podría ser que las ciudades están a cargo de la regulación. Pueden crear un ambiente favorable para sus socios, como un área donde permitan los vehículos autónomos”.

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